El secreto para que el Tío Robertito José no pierda sus millones, sus aviones o sus mansiones

El secreto para que el Tío Robertito José no pierda sus millones, sus aviones o sus mansiones

Si vos sos de los que piensa que el Tío RJ merece estar preso y te alegra que los gringos le hayan congelado todo, menos el sencillo, por favor da la vuelta y comenza a caminar. Esta nota no es para vos.

En cambio, si tu apellido es Rivas y los de Bacanalnica te dicen Tío (y además tenes dos aviones parqueados en el garaje de una de tus charlies), seguí leyendo, que aquí tenemos la solución a todos tus problemas.

El Problema: los Bancos no se quieren dar color

A estas alturas todo mundo en Nicaragua sabe que gracias a la tal Ley Dame-Whisky (o algo así), los bancos de Nicaragua el mundo se le corren a los millones y millones de Dolars que tiene ahorrados el Tío RJ. ¿Qué haría a un banquero corrersele a millones de doláres? Te preguntaras. Pues bien, lo que pasa es que si los gringos se dan cuenta que alguien del círculo del Tío (o sea la Tía y los Primos) tiene negocios con uno de esos bancos, lo castigan con multas y sanciones. Vos sabes, «de puro aíre».

Y parece que ya comenzó el asareo (copy&paste de La Prensa):

El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, confirmó que los bancos de Nicaragua le cerraron las cuentas al presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas Reyes, y aseguró que en casos como el de Rivas el sistema financiero lo que hace es cancelar las cuentas y regresar el dinero, porque no hay un proceso judicial en el que a las instituciones financieras se les ordene congelar los activos.

“Hasta donde funciona el sistema (financiero) a la persona se le cancela la cuenta y se le entregan sus recursos”, sostuvo Aguerri al ser consultado qué había pasado con las cuentas bancarias de Rivas tras la sanción por corrupción y violación de derechos humanos, por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, al amparo de la Ley Global Magnitsky.

En video:

Cosep: En caso de Roberto Rivas no se congelan las cuentas

Solución 1:  Pasar todo a Cachirulo

Obviamente, la primera solución al problema del Tío Robertito José es pasar todo su capital a cash, efectivo, cachirulo. Suena simple, hasta que te das cuenta que millones y millones de dolars no alcanzan abajo del colchón. Tampoco abajo de una casa.

De hecho, para que alcance la cantidad de dinero que tiene el Tío, tendría que ocupar todos los cuartos de una de sus mansiones. Incluyendo los baños y los garajes.

Solo para que después los cepoles y la misma policía hagan su agasto con todo ese dinero. Porque seamos francos, en Nicaragua no hay nadie lo suficientemente honesto como para que no agarre aunque sea un saco de billetes de 100 dólares de una casa de Roberto Rivas. Más que todo por los 100 años de perdón.

Solución 2: Bitcoins

La segunda solución es que el Tío RJ convierta todos sus dolars a Bitcoins o similar. Vos sabes, esa moneda electrónica que no es controlada por ningún gobierno y que todos los días sube y baja de precio como si fuera caponera en calle de adoquines.

No es mala idea, hasta que se te antoja una Fritanga del Triangulito de la Centro América y te das cuenta que el tal Bitcoin no es aceptado en casi ningún lugar de Nicaragua.

Solución 3: llevar un cuaderno en la venta

Al otro extremo de las Bitcoins está la solución número tres, volver a los cuadernos de las ventas. Sí hombre, el cuaderno donde la dueña de la venta te apunta todo lo que te llevas al fiado. Luego, cuando te cae la quincena vos (supuestamente) pagas lo consumido. En estos casos es bueno usar de esos cuadernos gruesos de 200 páginas, para evitar el peligro de quedarse sin páginas.

Esta solución sería la definitiva, si no fuera porque en las ventas no venden huevos de Codorniz Albina, ni Caviar Dorado bañado en Champán. Y eso apenas es el desayuno del Tío RJ. Mentiiiira que vas a convencer al Tío que desayune huevo revuelto con tortilla Maseca. Ya esos tiempos de comer frijoles como pobre, pasaron a la historia para él y su familia. Además, no es como que vendan gasolina de avión en las pulperias, así que mejor pasemos a la siguiente solución.

Solución 4: Confiar en su familia que tanto lo queremos

Lo bueno es que sí existe una solución definitiva y como siempre, ha estado frente a sus ojos todo el tiempo. Estoy hablando de mi, su sobrino preferido. Aprovechando que nuestro parentesco es en realidad inexistente (todo es de cariño), usted me pasa el 100% de todo su patrimonio y yo me hago el loco con los gringos.

Lo genial del asunto es que usted puede confiar ciegamente en mi, pues yo nunca me gastaría un centavo de su dinero, ni usaría nunca uno de sus 320 carros de lujo, o sus aviones o sus yates. Seguiría el ejemplo que ha puesto usted en todas las elecciones que ha presidido. Honestidad ante todo.

Espero su llamada entonces, vea que los gringos andan urgidos de echar a alguien preso y ambos sabemos que no será el Presi Daniel.