La robadera en Nicaragua está en lo fino. Aquí 2 ejemplos insólitos

La robadera en Nicaragua está en lo fino. Aquí 2 ejemplos insólitos

Nicaragua es el país más seguro de Centro América. Es cierto, no lo vamos a negar, aquí es más tranquilo que en Honduras, Guatemala o El Salvador, pero en parte eso es porque en esos países, la cosa está color de hormiga. Sobre todo en Honduras, donde llegan a los niveles de Afganistán.

Pero que quede claro, ladrones sí hay en Nicaragua y cada día la robadera se pone peor. Miren este caso que nos llegó ayer por Facebook, de una gente que fue desplumada por un abatizador del MINSA. Miren el video:

Esto fue lo que contó el dueño del video:

les comparto este video tomado en mi casa donde entraron segun a abatizar y lo que hicieron fue robarnos un dinero que era el pago de un proveedor

Ahora bien, no echemos en el mismo saco a todos los abatizadores de Nicaragua y mucho menos al MINSA, por las acciones de un tamarindo encubierto. Pero hay que reconocer que el daño está hecho. Yo por ejemplo no vuelvo a dejar entrar a nadie del MINSA a la casa, así tenga que ocupar toda la cajilla de gaseosas y poner plagatox en cada esquina:

Como evitar los zancudos en Nicaragua

Por cierto, dice el pobre robado que habló con el MINSA y le respondieron que no saben nada. Vos sabes, Nicaragua ¯\_(ツ)_/¯

Y aunque agarren al tamal

El colmo es que aunque agarren al ladrón, no hay garantía que va a pagar por sus actos. Miren esta otra denuncia del martes en Facebook:

Ayer este tipo se metió a robar a nuestra tienda, pusimos la denuncia, se llevo la policía el artículo robado como «evidencia». Ahora resulta que lo dejan libre por no ser un delito grave y de remate la policía se nos robó la «evidencia» 😡😡😡😡😡 Estamos jodidos en este país. Nos cuidamos de los delincuentes y toca cuidarnos de la policía.

Las fotos del susodicho, riéndose, plan «palfeis»:

Ahora bien, al rato nos dimos cuenta que la Policía sí devolvió la evidencia de los pobres robados. Esa es la buena noticia.

La mala noticia es que Flo-flo (como le dicen de cariño en la academia de tamarindos, tamales y similares), ya está rediseñando su plan maestro para una segunda visita a la tienda, a ver si esta vez logra quedarse con la «evidencia».