¿Qué pasaría si hacemos un muñeco del Presi Daniel para quemarlo el 31?

¿Qué pasaría si hacemos un muñeco del Presi Daniel para quemarlo el 31?

Como le digo todos los 31 de diciembre al primito más pequeño de ese año, en Nicaragua tenemos dos tradiciones de año nuevo: lanzar al pariente más chatel de la familia al fondo del Volcán Masaya y quemar un muñeco en la calle. Por alguna razón no vuelvo a ver al primo hasta el dos de enero, una vez que ya le dijeron que lo de lanzar a la gente a un Volcán ya no es costumbre en Nicaragua (¡gracias españoles!).

Pero lo de quemar al muñeco sigue siendo tradición y de hecho, cada vez toma más fuerza. Por eso no me sorprende que alguien haya tomado la genial decisión de despedir el año con un muñeco del Presi Daniel:

Aceptemoslo está ocurrente la idea, pero no se fíen, en realidad es delito mortal hacer algo así, según leí en La Prensa:

Betanco quería quemarlo en su casa de Jalapa, como símbolo de decirle adiós a todo lo malo del 2016, pero el 31 de diciembre, antes del mediodía, le fue decomisado por la Policía.

El sábado 31 de diciembre, Betanco sacó el muñeco a la acera de su casa y lo sentó amarrado en una silla plástica para exhibirlo ante sus vecinos y curiosos.

Pero mientras preparaban el almuerzo, dos agentes de la Policía Nacional se detuvieron frente a su casa, “se bajaron de la camioneta y se llevaron el muñeco con todo y silla”.
“Ni tiempo nos dio de hacer nada para que no se lo llevaran”, dijo Betanco.

Pues sí, claro que llegó la Policía, nadie quema al Presi Daniel en su reino. Debe ser el artículo 1 de la Constitución de Nicaragua. Y si no lo es, para eso están los diputados del Presi Daniel para ponerlo mañana mismo que vuelva la Asamblea de Vacaciones. O no compañero Byron Jerez?

Que agradezcan que sólo les quitaron el muñeco, dentro de poco ese delito será penado con horca y silla eléctrica.

¡Larga vida al Rey y la Reina de Nicaragua!