Hoy no hubo Diálogo (la Alianza se levantó y Masacrín no da la prueba), pero tenemos fotos

Hoy no hubo Diálogo (la Alianza se levantó y Masacrín no da la prueba), pero tenemos fotos

El fin de semana tuve una discusión maratonica con el primo PxMolina sobre el papel de la Alianza Cívica en el Diálogo Nacional parte 2. Fue el Episodio 2 del nuevo Podcast del mejor blog del universo. Y fue bueno porque tuvimos oportunidad de aclarar discusiones que tenían días (incluso semanas) de andar flotando en las tuberías de Twitter.

Si tuviera que resumirlo (para los que no lo oyeron) diría que la diferencia entre la posición del primo y la mía, es confianza. Pero hasta ahí hay matices.

Yo le creo a la Alianza cuando dice que quiere libertad de presos políticos, elecciones adelantadas y justicia para los que han asesinado Daniel «El Masacrador de niños» Ortega y sus paramilitares. Pero estoy claro que nada de eso va a pasar, sin el visto bueno de Masacrín (por su capacidad de asesinar).

El primo PxMolina piensa que la Alianza no es de fiar, ya sea por la malicia de los viejos aliados del gobierno (sector privado) o por la ineficiencia de su estrategia de comunicación / negociación / existencia.

Sin embargo, ambos creemos que el Diálogo es la salida a la crisis, porque Nicaragua ya se gastó todas sus vidas en el juego de la guerra civil.

La agenda de Masacrín en el Diálogo

Luego, está la agenda de Masacrín en el Diálogo, la cual fue revelada finalmente este fin de semana. Se resume en dos cosas:

  1. Tal vez aceptar algunas reformas electorales, pero las elecciones no se adelantan.
  2. Que el mundo levante las sanciones que le pusieron a Ortega por Masacrador.

Eso quiere el patrón de la finca batracia y por ello, dice que está dispuesto a hablar sobre algunos presos políticos y sobre la paz y el amor que reparten sus paramilitares. Pero, todo tipo marchanta del Huembes: sin compromiso.

Como quien dice, estamos en el mismo lugar. El primo José Luis Rocha, lo expone muy bien en su artículo «Hay esperanzas que matan«:

Ortega jamás escondió su estrategia. Cuando el embrión de la Alianza Cívica se sentó al primer diálogo, ya había puesto en práctica su “vamos con todo”. Y siguió haciéndolo, hasta sumar alrededor de 500 muertos y más de 700 presos políticos, todos los días que duró el diálogo y después. ¿Cuándo ocurrió la masacre del Barrio Carlos Marx, donde murieron seis personas calcinadas por policías, unos con uniforme y otros con capucha? El 16 de junio, exactamente cuando el diálogo cumplía un mes de haber iniciado. Ante la perplejidad de los monologantes reunidos para dialogar, Edwin Castro trató de “expropiar” esas muertes adjudicándolas a los vandálicos de la oposición. Un mes después el gobierno de Ortega secuestró en el aeropuerto de Managua a Medardo Mairena, el representante del Movimiento Campesino en la mesa del diálogo. La Alianza Cívica no respondió, ni por asomo, con un golpe proporcional, a pesar de que entonces todavía tenía cierto dominio de las protestas masivas. En un proceso que duró lo que un embarazo, una confluencia de intereses del gran capital y el FSLN parió un nuevo diálogo, donde la Alianza Cívica 2.0 se ha mantenido, contra cientos de vientos y mareas que los sacuden con sus críticas, porque han creído que podrán arrancar concesiones importantes a los representantes del Estado orteguista que condenó a Mairena a más de 200 años de prisión, el doble de duración de la concesión canalera.

Y entonces, la Alianza se levantó

Pero como ya saben, hace unas horas la Alianza oficializó su levantamiento del Diálogo Nacional. La razón es la misma que la de la novia desesperada por casarse: quieren que Masacrín les dé una prueba que está hablando en serio.

Este impasse iba a llegar tarde o temprano, y con la salida de los padrecitos el viernes y la venida de una delegación de la OEA hoy, supongo que tenía sentido hacerlo ahorita.

El dream team de los batracios hizo lo posible por hacer el cuadro en INCAE, pero nadie les puso mente, mucho menos Masacrín.

Lo bueno es que aprovechando que hoy no se trabajó, don Nuncio nos regaló estas bellas fotos de nuestros presos políticos:

Yo sé que técnicamente no hemos avanzado nada en estos días, pero no puedo evitar sentirme alegre de ver a los prixitos sonriendo.