Review: El Quesillazo

Camino a la oficina después de una reunión que exijía correr y ni siquiera tomarme la horita de almuerzo, me encontré con un lugar para comer raflá y sabroso: El Quesillazo. Acreedor de 4½ caras de hambre.
Como buen quesillólogo, analicé por separado las características del aquí ofrecido. Lo primero en notar es que a diferencia de algunos lugares bananoides, la tortilla sí te la dan calientita. Por consiguiente, el quesillo cambia su estado físico sólido por el definido como «derretido» o «chicloso», lo cuál, en mi opinión, es positivo. Al saborear la crema en conjunto con la cebollita, e inspeccionar el ambiente de limpieza, concluí que pasa la prueba del certificado ISO9000.

Está ubicado donde fue la Esquina Brasileira (que realmente era curva, pero bueno). Si aun no se ubican, contiguo a Claro Altamira, al otro lado de la matriz Casa del Café. El lugar está decorado muy bonito, la atención es muy amable, es limpio y resuelve al diez mil. Juzguen ustedes los precios (menú abajo). Yo me comí 2 quesillos sencillos (C$25 c/u), una enchiladita leonesa(C$10) y mi respectiva gaseosa(C$15). El resultado: tanque full.

Me fijé que hasta frito venden en las mañanas. Buena opción para no hacer gira hasta El Vaquero… por si Altamira te queda rumbo al pegue, como a mí. Otro detallito, es que aceptan tarjeta de crédito, por si no tenés un cinco pero querés reventar la plástica. Y para que no digan que me están patrocinando y mi review está parcializado… recuerden que pagué 10 pesos por la bolsita de enchiladas! Esas valen a lo sumo 5 pesitos. Pero bueno, aparte de eso, todo «tuanis naís».



*Por cierto, recomendamos a los dueños dar un caramelode menta gallito después de la merolanga. Por lo mismo que andábamos «on the go», salimos como dragón de nuevo para la calle.