Así trata Masacrín a mi prixita Lucía Pineda Ubau en la cárcel (contado por su hermana)

Así trata Masacrín a mi prixita Lucía Pineda Ubau en la cárcel (contado por su hermana)

Hoy no tengo comentarios graciositos sobre lo que voy a publicar. Más que todo porque desde temprano ando una basurita en el ojo que no me ha dejado en paz por más que me restriego.

Este es el relato de Karen Pineda Ubau, hermana de mi prixita Lucía Pineda Ubau. En él relata su experiencia visitando el día de ayer, a nuestra querida Lucía por primera vez en las cárceles de Daniel «El Masacrador de niños» Ortega. Leanlo para que entiendan qué tan profunda es la maldad de Masacrín. Solo asegúrense de tener una caja de kleenex cerca.

Hoy visité por primera vez a mí hermana Lucía en la prisión en el Centro Penitenciario La Esperanza en Tipitapa. Sentía muchas ganas de verla, tenía temores de lo que sentiría al verla llegar al recinto de visita, titubié días antes y decliné inclusive de visitarla ya que pensaba en que no soportaría que me quebrantaría y la haría sentir mal a ella y sufriría aún más de lo que ha sufrido Luci estos 116 días. Llegamos a las 8am puntuales según horario establecido para hoy de 8am a 11md la visita. Inicialmente fuimos sometidos a todo un protocolo de admisión de visitas, primeramente elaboran un carné al cada visitante, hacen consultas a Gobernación , verifican si en realidad uno es familiar o no, te ingresan a una habitación privada de requisa donde te quitas los zapatos y de pies a cabeza de escanean sin escaner. Después de 40 minutos o más de este protocolo nos llevaron escoltados a un Salón de visitas, me llené de nervios de tanto ermetismo y sin ver a mí hermana por más de un año debido al temor de ella que como su familia visitaramos Nicaragua y verla nuevamente en circunstancias totalmente adversas, arbitrarias y acusada de cosas totalmente infundadas y descabelladas.

Mientras mi madre, mi primo Noé y yo esperabamos impacientemente, pude observar dentro de la prisión que existe toda una organización de prisioneras en actividades de limpieza de celdas, pabellones y demás areas del penal. Me asomé por un ventanal y pude ver a otros familiares visitando a reas en un ambiente de tristeza, tensión e insertidumbre al igual que nosotros.

Por fin pasada casi media hora vi venir a mí querida hermana por un pabellón yo ya ni sabía cómo reaccionar de tal forma que no afectara más el estado emocional de ella, fué muy duro e impresionante verla venir totalmente escoltada por más de seis oficiales del Centro Penitenciario, resguardada y custodiada como que fuera la peor criminal de la historia del narcotráfico o terrorismo y se me vino a la mente la imagen de cuando capturaron a Pablo Escobar en Colombia, no supe si reir, llorar ya que me daba mucha alegría verla y tristeza a la vez. Un ridículo completo todo un espectáculo arbitrario. Lloré y la abracé fuerte muy fuerte y las tres horas de la visita estuvo custodiada sin ninguna privacidad.

Encontramos a Lucía sin ánimo, desganada de consumir alimentos, sensible, angustiada de tanta soledad, sometida a un aislamiento 24/7 donde no se le permite un libro, salir al patio, recrearse, respirar aire puro, asistir a talleres de terapia ocupacional, congregarse a misa o culto. Nos manifestó su depresión, que quiere leer noticias, leer algún libro, escribir, que ocupa compañía, hablar con alguién, compartir con las otras prisioneras petición a la que hizo caso omiso el penal. Está en una celda de dimensiones limitadas, sofocante sin ventilación ni ingreso de aire natural. Que ha sentido desesperación desorientación en ocasiones aturdida pero que siempre en oración lo cual la fortalece día a día. Está pálida, débil, hablando con una voz muy baja y pensativa. Nos dijo que agradece a todas las personas que aunque no la conocen y oran por ella, nos pregunto por muuchas personas que en algún momento estuvieron en su vida y hoy hablando biblicamente como Pedro negó conocer a Jesucristo esas supuestas amistades tambiém niegan que algún día tuvieron amistad o relación con ella. Agradece a sus verdaderas amistades por estar pendientes de su situación, por las maravillosas cartas que ha recibido y alimentos que le mandan, agradecida con los medios nacionales e internaciones estén pendiente de su caso. Lucía nos manifestó que a pesar de los atropellos que ha sufrido está más fuerte que nunca, más fortalecida y esperanzada de una nueva Nicaragua. Que a pesar que su salud y aspecto han desmejorado notoriamente ella sigue orando como lo siempre lo ha hecho con o sin adversidades, orando por los nicaraguenses, orando hasta por el Gobierno de turno para que reflexione de su accionar que día a día llevaran a Nicaragua por el camino de la miseria y desesperanza.

Orgullosa de mi hermana, una mujer de fé inquebrantable, dejandome su determinación y fuerza muchas enseñanzas de paciencia, lucha, perseverancia, dignidad, que la paciencia es el arte de tener y no perder la esperanza, que si en el mundo solamente hubiese alegría, el ser humano no podría aprender a ser valiente y paciente y que cada uno de nosotros debemos de adquirir una fé firme y verdadesra.

Te amo hermana.
DIOS CON NOSOTROS

No saben lo ñaña que me siento por estar aquí, vivo, durmiendo en una cama y comiendo rico, mientras la bestia que tenemos por presidente tiene a mi tío Miguel y a mi prixita Lucía en esas condiciones.

Ellos perfectamente podrían estar fuera mañana, si aceptaran «confesar» en cámara como Masacrín es en realidad un Príncipe cristiano socialista que solo quiere lo mejor para el pueblo de Nicaragua, pero por culpa de la derecha golpista financiada por la CIA, él tuvo que hacer algo que no es matar a 500 personas terroristas, echar presas a otras 800 y desaparecer a miles. Todo eso no lo hizo, porque no hay pruebas (que el Canal 4 acepte como ciertas), pero asumiendo que así fuera, de todos modos no es su culpa.

Decir todo eso, mientras bailan el Zekeda en cámara, sería salida express de la cárcel. Pero no lo hacen. Se aguantan en soledad absoluta, durmiendo en una ratonera, comiendo machigüe y en el calor de Nicaragua en Semana Santa.

No tengo palabras. Los dejo, otra vez la basurita …