Daniel Ortega descubre la cura al lavado de dinero (pero solo sirve en Nicaragua)

Daniel Ortega descubre la cura al lavado de dinero (pero solo sirve en Nicaragua)

Primero debo aclarar que si bien, este documento científico expone a grandes rasgos cómo Daniel «El Masacrador de niños» Ortega y su numerosa familia hallaron la cura definitiva al delito de lavado de dinero, eso no quiere decir que en Nicaragua esté erradicado dicho delito. Al contrario, a como veremos a continuación, la existencia de casos de lavado es un elemento importante de la cura que descubrieron.

Para entender mejor este complejo tema, voy a usar unos videos de RedActivos, una organización creada precisamente para educar sobre el lavado de activos. Vean este video:

¿Qué es lavado de activos?

Notarán que en el video habla de «actividades ilícitas» como la fuente del dinero sucio. Es decir, cualquier negocio ilegal (robar, extorsionar, vender drogas o armas, etc) que obviamente produce dinero, para poder gastar ese dinero el delincuente tiene primero que inventar una forma legal de justificar que tiene ese dinero.

Un ejemplo clásico es el Casino. Llega mucha gente, usando efectivo y nadie está pendiente de las transacciones, de los recibos, o de las ganancias. Son demasiadas y en muy poco tiempo. Ahí es fácil inyectar dinero sucio (proveniente de una estafa, por ejemplo). Comprás las fichas, hacés la mueca un rato y luego sacas el dinero ya lavado (porque si te preguntan, lo ganaste en el casino, lo cual es legal).

Por eso es normal que cuando un grupo mafioso necesita lavar mucho dinero, mejor montan su propio casino, para más eficiencia. El siguiente nivel es buscarte un banco «amigable» a tus necesidades, como el HSBC. Más adelante veremos como Masacrín mejor montó su propio banco.

Las actividades ilícitas de los Ortega Murillo

Esta semana hemos conocido… o mejor dicho, confirmado, que los Ortega Murillo son unos grandes ladrones. Confidencial hizo pública este fin de semana una investigación donde documentan con pruebas irrefutables, el nivel de corrupción al que ha llegado Daniel Ortega y su prole. Estas dos infografías resumen muy bien de cuánto más o menos estamos hablando en términos de dinero:

En Confidencial pueden leer los detalles de cuáles y cuánto delitos llevamos en este paquete. Para esta nota, basta con decir que todo ese dinero es producto de una actividad ilícita y que entra directamente a la cartera de la familia Ortega Murillo.

La cura del lavado de dinero

Pongan atención que aquí viene la magia de los Ortega Murillo para convertir todo ese dinero ilícito en dinero limpio. Sencillo, cambiar el significado de las palabras. Es el tipo de soluciones que mi chigüina de 4 años propone cuando una regla no le gusta. «Papa, no me voy a dormir porque no es de noche», me dice la pulga casi a las 9 de la noche.

La diferencia es que cuando me lo dice la niña, no tiene ningún poder. En el caso de Daniel Ortega, él controla todos los espacios de poder en Nicaragua. Su solución, por muy infantil que sea, funciona porque él es Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.

Entonces ¿Para qué lavar dinero? No hace falta, Masacrín decide que la corrupción (que él mismo produce), es legal y San Se-acabó.

Es más, como cereza en el pastel, Daniel Ortega también decidió que las actividades lícitas de ONGs debidamente constituidas, reguladas y auditadas por el Gobierno de Nicaragua, que reciben dinero de cooperación extranjera (oficial, estatal, completamente documentada y transparente), ahora serán consideradas ilícitas, y por lo tanto lo que hagan con ese dinero, ahora será considerado lavado de dinero.

Es un giro conceptual de 180 grados (o como diría un maje de UNEN, 360 grados), que no tendría sentido en ningún otro país. Pero como sabemos, en Nicaragua (actualmente bajo ocupación militar del Reino Batracio) el plomo flota y el corcho se hunde.

Aquí, el lavado de activos ha sido curado. Las actividades ilícitas no existen y el dinero nunca se ensucia. Es el dinero legal el que hay que vigilar. No cuando entra a un ministerio, a la policía o a las alcaldías (donde se va la mayor parte de la cooperación). No, ahí no. Es lavado cuando entra a una ONG que no es de él (todavía).