El análisis Bacanalnica (que estabas esperando) sobre los pleitos en la Coalición Nacional

El análisis Bacanalnica (que estabas esperando) sobre los pleitos en la Coalición Nacional

Plan broder, ustedes saben que desde hace algunos meses, aquí solo hablamos de una cosa: ¿Cómo salir de Daniel «El Masacrador de niños» Ortega y toda su familia? Por allaaaaaa nos salimos un poquito de la raya y hasta en esas ocasiones, buscamos cómo tenga que ver con el animal ese.

Cuando hablamos de «la oposición», es siempre con cariño, tratando de no sacar la caja de lustrar que todo nica lleva dentro.

Hoy, a petición del público, voy a romper un poco la tradición. Esta nota va dedicada a la Coalición Nacional, el tercer intento de «la oposición» por crear la tal unidad y hasta ahora, la que más parece un chorizo.

Antes sin embargo, me gustaría recordarles mi posición sobre estos temas de la unidad:

Yo no tengo problemas para apoyar la unidad. La real o la lite. A quien sea. En el partido que sea. Con tal que vayamos juntos contra el sandinismo y que el candidato no sea apellido Ortega Murillo (chiva con el gen, cuidado se hereda), yo voy sobre. Cuenten conmigo y mi equis.

¿Qué pasa en la Coalición Nacional?

Empecemos por aceptar que la mayoría de Nicaragua, no sabe, ni le interesa lo que está pasando en la Coalición Nacional. Que si no-sé-quien se peleó con fulanito. Que si sutanito le sacó la lengua frijoluda a perenguito. Avión, más se pelean dos hermanas por una falda de My Little Pony, que hasta lullida y pelotuda está ya (para los que no entienden la referencia: es que mis chigüinas están chiquitas todavía).

Pero sí, hay pleitos en la Coalción Nacional y están trending en los medios de comunicación. Y no preocupen que habrán más, por todo el resto del año, hasta febrero o marzo del 21, cuando finalmente sabremos si Masacrín va ceder con las elecciones sin él ir paca-paca. También, será por estos días que por fin tendremos una lista de pre-candidatos potables que no tengan su popularidad por el piso de tanto pelearse.

Todo es culpa de los partidos políticos

Claro. Ahí sí que voy a repetir el meme requemado ese de «Si ya saben cómo soy, pa’ que me invitan?»

Yo tengo un amigo, que es piiiinche. Agarrado. Primero le sacas leche a un adoquín, que 100 pesos a este maje. Ah! Pero eso sí, bueno a pedir «a probar».

Te ve con comida, «Prix, dame a probar».

Te ve bebiendo algo «Loco, están heladas? Dame a probar».

La cosa es que el maje jura que nadie se fija en esas cosas, pero toda la pelota lo tiene medido. Anda ve si lo invitamos seguido a los restaurantes.

Así es Alemán. Vos invitas a Arnoldo Alemán a un «espacio político que busca el poder» (tipo la Coalición) y él obviamente va a buscar el poder. Igual que los demás políticos y sus partidos. Todos esos personajes, han hecho alianzas hasta con el mismo hijo de Satanas (Masacrín), para conseguir una picachita de poder. ¿A quién frutas se le ocurre que se van a meter a la Coalición a hacer barra desde las graderías de atrás? Plan oyente.

¿Cómo se hace política en Noruega?

Lo cual es completamente normal. Si estamos en Nicaragua. Aquí todos … (repito para ponerle negrillas) … todos hemos crecido conociendo una sola forma de hacer política. Esa que ven ahí.

En Nicaragua solo conocemos la política de la desconfianza y del paca-paca. ¿Sacrificio? ¿Cuál sacrificio?

El pleito entre mi tío Miguel Mora, mi prix Lesther Alemán, la Alianza, el PLC, el PRD, en fin, toda la pipol de la Coalición es porque todo mundo quiere estar prepeado para el futuro, cuando toque negociar cosas importantes. O sea que se están peleando por el futuro, cuando seguramente, obviamente, uno de esos quiera darle vuelta al otro y entonces «el bueno» va a necesitar parar en seco «al malo», con «el poder» que están peleando garantizar ahorita.

Suave ¿Entonces ahorita no tienen razones para pelearse?

No prix. Ahorita todo mundo está de acuerdo en lo que se necesita: que Masacrín saque a los presos políticos, que haga las reformas a la ley electoral y que se deje pegar la arrastrada de su vida en las elecciones del 2021 (tipo la que le pegó don Enrique Bolaños, pero x 10).

A quien le preguntes, te va a responder lo mismo. Pero igual, te va a decir que no se puede unir así nomas, porque chiva, ese maje de enfrente es marrullero. No ha sacado las uñas, así que aprovechemos para neutralizarlo o ponerle mecatito corto.

Y así vamos a llegar al próximo año, repitiendo lo único que sabemos hacer.

Entonces ¿Aprendo a bailar el mono se queda?

No hombre, tampoco. Nicaragua siempre ha sido así y en 3 ocasiones hemos logrado zarandear a Masacrín en unas elecciones. No confundan el conocimiento del ganado de uno, con resignación que ya nos llevó la gran fruta.

Algo a nuestro favor, en esta ocasión, es que nadie se va a atrever a dividir el voto contra Daniel Ortega. Lo que hizo Alemán con el doctor Rizo en el 2007. Ese triste lugar en nuestra historia, quedará vacío en el 21, por simple instinto de conservación. Ese que no te permite meter la cabeza en el lavandero por más de 1 minuto.

No hay político, por más chancho que sea, que esté dispuesto a cargar esa corona. Nadie, con oportunidad de quitarle votos al ungido, va a correr. A eso, póngale sello.

Bárbaro, quedo más tranquilo tío Bacanalnica

Sí niño. Vos relajate, que de aquí a comienzos del 21, no vamos a saber cómo va a ser realmente la cosa.

Ahora bien, si en marzo o abril, Masacrín no da señales que quiera dejar de ser el Rey Batracio Primero, pues ahí sí, todo esto valió sorbete, porque vamos a una repetición de los 10 años de noche oscura. Con sanciones, bloqueos y represión tipo Guerra Fría.

Pero bueno, esa será un análisis para otro día, porque si no te tendría que cobrar doble.