Hace unos días discutía yo con el maestro Ampie (apasionadamente, a como lo hacemos siempre en el podcast No Pasa Nada), sobre su legitimidad como crítico de cine, después que confesó nunca haber visto la obra maestra «Tropic Thunder». Hago la referencia porque los resultados de las elecciones generales que está dando el Consejo Supremo Electoral batracio, me recordó a una de las líneas más emblemáticas de la película «you never go full retard«.
Daniel Ortega aprende de Saddam Hussein
En el 2002, el Daniel Ortega de Irak, Saddam Hussein, ganó con el 100% de los votos. Al igual que en Nicaragua, Saddam tenía el control absoluto del gobierno, así que si quería ganar con el 100%, podía y lo hizo. Es que en la mente de un dictador, de esos como Masacrín, el concepto de democracia y elecciones, es demasiado complejo. Más fácil es simplemente poner «todos votaron por mi». El problema es que… bueno, ya sabemos cómo terminó Hussein.
Masacrín en Nicaragua aprendió la lección, así que en vez de ponerse el 100% de los votos, se va a poner «solo» el 75%. Plan humildad. Es un número aceptable, hasta creíble. Si solo votaron los sandinistas, es perfectamente viable que el 75% de esa gente haya votado por su patrón sempiterno. Aquí, ya antes hemos hecho esas matemáticas, con numeritos en mano. Cuidado y más bien se tuvo que quitar votos, porque el verdadero clavo de Masacrín, no es cuántos votos sacó, más bien, cuánta gente votó.
La derrota electoral del sandinismo (versión 2021)
El sandinismo tiene más derrotas electorales, que victorias. Por eso es que se han hecho perros al fraude. Las palabras de Tomas Borge (aquellas de nunca soltar el hueso, pase lo que pase) no fueron dichas desde un lugar de esperanza y convicción. El chaparro nefasto dijo lo que dijo, desde el hambre y la desesperación. Los sandinistas sobrevivieron 16 años «afuera» del poder, pero a duras penas. Con las completas.
Por eso es que encarcelar a la competencia, hacer ilegal expresarse en Internet, o negar el acceso a observadores y periodistas es tontera para los sandinistas. La necesidad tiene cara de perro y cualquier precio es bajo. Todo esto lo hacen cagados de la risa, sin pensarlo mucho.
De hecho, la noche del sábado, tanto la UNAB como la Alianza Cívica denunciaron que el Gobierno les había secuestrado a varios líderes territoriales. Otra medida preventiva que hacen los batracios porque pueden y porque al Patrón así le ronca.
Solo un padrecito se atrevió a hacer pública su protesta. Tenía que ser de Monimbó:
El resto de protestas, fueron todas fuera de Nicaragua. Las marchas de San José, Miami y Washington DC fueron grandes, pero eso ellos (en El Carmen) ya lo esperaban.
Pero hay algo con lo que no contaron.
Casi el 82% de Nicaragua se abstuvo de votar
Daniel Ortega sabía que su base estaba reducida. Pero no se imaginaba que iba ser tan difícil lograr que saliera aunque sea su acostumbrado 20 y pico porciento a votar.
Desde días anteriores supimos del plan de ir casa por casa a «gestionar» los votos. También la acostumbrada presión a los trabajadores del Estado para votar. El día anterior, el 6 de noviembre, se hizo viral la filtración de una circular donde explicitamente decían que iban a revisarle los dedos a la gente:
El mismo día de las elecciones se filtraron los audios de la operación «repela»:
Y hay pruebas de microbuses haciendo recorrido para raspar hasta lo último de la paila, para ajustar a ese 20 y pico porciento de votos:
Y la señora que andaba tipo pastora, arreando batracios:
Los medios de la familia Ortega Murillo, cada vez que iban a una Junta Receptora, cuidaban de no filmar la ausencia de filas. Mejor se ponían a entrevistar a los acompañantes que andaban haciendo turismo electoral. Este Señor que se cree cantante (por ejemplo), la pasó bomba en Nicaragua. Va a llegar contando que en Nicaragua lo dejaban hacer Karaoke en los buses y que nadie le gritaba «cho!»:
De lo ralo que estuvo la votación, Masacrín tuvo que salir temprano a hacer su discurso. Dice Urnas Abiertas, que según sus cálculos, más del 81% de votantes se abstuvo:
El proceso de observación nacional realizado por Urnas Abiertas de 563 CV con la participación de más de 1.450 observadores y observadoras indica una abstención entre el 79%, como mínimo, y el 84% como máximo; con un promedio nacional del 81.5% de abstencionismo.
Urnas Abiertas
Este acompañante importado de Rusia (con amor .. al billete) lo confirma:
Ven que sí es perfectamente factible que Daniel Ortega sacó el 75% de 760 mil votos (más o menos el 19% que dice Urnas Abiertas que no se abstuvo).
Estamos hablando de un poquito más de 500 mil votos. Solo en el Estado trabajan 140 mil. No contaban los sandinistas con que conseguir miseros 360 mil votos, iba a implicar acarreo, amenazas, dinero, etc. Ahora viene la parte donde se ponen a buscar culpables:
Pero en redes sociales eran trending topic los sapos
¡Chiquiiiiiiito! Este es mi terreno, así que ra-flá en 2 gráficos te voy a desbancar los tales trending topics del Reino Batracio.
OK, empecemos por la cantidad de menciones de los hashtags de los sandinistas:
El tema «elecciones» (genérico) tuvo casi 95 mil menciones. Los hashtags del sandinismo 85 mil y los hashtags azul y blanco 62 mil.
Ahora veamos, potencialmente a cuánta gente le llegan esos mensajes (ponele mente al celestito):
¿Ya viste? El celestito casi ni se ve. Los hashtags azul y blanco, llegan potencialmente a 5 mil millones. ¿Los hashtags batracios? 122 millones. Y eso que la echaron toditita. Es tan grande la diferencia, que ni siquiera se puede ver en el gráfico.
Las elecciones más ilegítimas de Nicaragua (hasta ahora)
En Nicaragua hemos tenido muchas elecciones ilegítimas. Pero estas, se llevan el record como las más ilegítimas de todas. Otro record para Daniel Ortega, lleva varios…
Costa Rica y Estados Unidos desconocieron las elecciones completas casi al mismo tiempo que cerraron las urnas. Ya tenían listo el comunicado. Hoy, van como 20 países más que hacen de cuenta que en Nicaragua no han habido elecciones. Para los efectos, en el mundo solo hay unos 500 mil batracios que tuvieron elecciones. Para el resto, tanto dentro como fuera de Nicaragua, aquí no ha pasado nada.
Lástima por Masacrín, con la ilusión que le hacía romper el récord más codiciado de todos:
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