En Nicaragua, el poder judicial (y la justicia) dejó de existir, estas son las pruebas

En Nicaragua, el poder judicial (y la justicia) dejó de existir, estas son las pruebas

Ya en otras ocasiones, he hablado sobre la justicia en Nicaragua. O mejor dicho, la ausencia de justicia en Nicaragua. Sobre todo ahora que somos un país cundido de terroristas condenados o en procedo de serlo.

Mucho se habla de lo mal que estamos, pero lo hacen abogados, en idioma de abogados. Yo como soy abogado (en serio, está vez sí estoy diciendo la verdad, tengo título y todo) lo entiendo perfectamente (esto, por otro lado, sí es totalmente mentira). Pero ustedes, que leen Bacanalnica para informarse (hacete caso), es obvio que necesitan cierta inducción jurídica axiomática de un profesional como yo.

Así que agarren sus pupitres, vamos a hacer un repaso de la justicia en Nicaragua, post-renuncia del magistrado de la Corte Suprema, Payo Solís.

La denuncia del magistrado

En Nicaragua no hay nadie, absolutamente NADIE, que conozca mejor cómo funciona la justicia, que un magistrado de la Corte Suprema de Justicia. Sobre todo si ese magistrado ha estado 20 años en el cargo y ha sido presidente de la Corte, por muchos de esos años.

Así que cuando el experto, más experto que cualquier otro experto, dice estas cosas, uno debe tomarlas como ciertas:

[…] comenzaron los juicios en su gran mayoría políticos aún conforme mi criterio, a una gran cantidad de detenidos con una serie de acusaciones absurdas sobre delitos que nunca cometieron, sustituyendo ustedes en sus decisiones a todo un Poder Judicial en su conjunto, incluyendo a nuestros propios jueces a quienes defiendo porque no tenían más alternativa que obedecer las órdenes emanadas de El Carmen y de la Fiscalía o de lo contrario ser destituidos de sus cargos.

Dios miito. Aquí te va la traducción de esa joya:

  1. Los juicios contra los autoconvocados son políticos.
  2. Las acusaciones son absurdas.
  3. Los delitos por los que se les acusa, no aplican.
  4. El Carmen le dice a los jueces cómo deben fallar.
  5. El Carmen destituye a los jueces que no les hacen caso.

Cuando un experto de este calibre, declara públicamente estas verdades, no debería ser un día común y corriente en los juzgados. No exagero cuando digo que el poder judicial acaba de desaparecer en Nicaragua.

Los artículos 129 y 165 de la Constitución dicen:

Art. 129. Independencia de los poderes del Estado: Los poderes Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral son independientes entre sí y se coordinan armónicamente, subordinados únicamente a los intereses supremos de la nación y a lo establecido en la presente Constitución.

Art. 165. Independencia de magistrados y jueces. Principios de justicia. Gratuidad: Los magistrados y jueces en su actividad judicial, son independientes y sólo deben obediencia a la Constitución y a la ley; se regirán, entre otros, por los principios de igualdad, publicidad y derecho a la defensa. La justicia en Nicaragua es gratuita.

En el Estado, si algo va en contra de la Constitución, deja de existir, porque la Constitución es el creador de todo en el Estado. Sinónimos de constituir:  fundar, establecer, instituir, componer, erigir, formar, crear, organizar. Antónimos: disolver, descomponer, deshacer.

WTF?! Nicaragua no tiene Poder Judicial?

Yo digo que no y la justificación está dolorosamente clara. Pero bueno, no seamos extremistas como el maje de Bacanalnica y sigamos el procedimiento.

¿Qué se debe hacer en estos casos? Ir a los otros poderes del Estado a iniciar un proceso de limpieza. Destituir uno por uno a los funcionarios corruptos. Debe haber una lista de acciones de emergencia, detrás de un vidrio que dice «En caso de máximas super mega emergencias (como cuando un poder del Estado se destruye), quebrar el cristal».

Sin embargo, en Nicaragua no pasó nada. Peor aún, en vez de iniciar el proceso de sanación, lo que Masacrín hizo fue desnudar aún más la podredumbre de su reino batracio.

La magia sandinista

El FSLN lleva 4 días «denunciando» a todos los funcionarios públicos que hacían chanchadas con la justicia de Nicaragua, bajo la protección de Payo Solís. Porque una vez que te convertís en traidor, desaparece el polvo mágico que convertía tus ladronadas, chanchuyos y demás delitos en «victorias de la Revolución».

Una vez fuera del reino batracio, tu trayectoria sandinista se convierte en record policial de forma automática. Es como cruzar un portal hacia otra dimensión.

Es más pior todavía

No solo funcionarios públicos han salido bailando en esta campaña contra el «traidor». Hay unos bufetes de abogados que hoy tuvieron que reinventarse completamente:

¿Verdad que no es descabellado pensar que así como Payo Solís tenía todo este sistema de corrupción a su alrededor (según sus ex-compañeros), los otros magistrados tengan algo similar?

Yo sé, la posibilidad es extremadamente remota, pero ¿No creen igual debería haber una investigación, aunque sea para limpiar el nombre de los magistrados que no son para nada traidores y que por tanto no son corruptos del todo? Yo digo que sí.

Mínimo, nulidad nulo de toda nulidad

Pues bien, ya hablamos de lo extremo, lo normal y de lo menos que normal. Ahora hablemos del mínimo. Lo que uno hace por vergüenza, sin ganas y solo para que te dejen de joder.

Con todo lo que sabemos ahora, por los informes de la CIDH, el GIEI y las declaraciones del magistrado Solís, el mínimo es que los juicios «absurdos» sean anulados y los presos políticos sean liberados.

¿Te imaginas en un país de verdad, donde los jueces saben conceptos básicos de justicia, llegar con estas declaraciones del magistrado al juicio de don Alex?

No como favor, ni siquiera porque es lo correcto. Como vimos, lo correcto sería hacer mil cosas más. Lo haces porque es el mínimo.

Va a sonar conformista y mediocre, pero ojalá tuviéramos un magistrado que esté dispuesto a hacer el mínimo nada más. Tal vez con el próximo tenemos suerte …