Esta es la cara del sandinismo (y no Sandino)

Esta es la cara del sandinismo (y no Sandino)

A ver prixitos, pónganse de pie, vamos a hacer un ejercicio. No se aflijan, dije «un ejercicio», no «hacer ejercicios». Es más, pueden hacerlo ahí sentados en el inodoro. Solo tengan cuidado con el beso de Poseidón.

A ver pues, cierren los ojos. Les voy a decir un nombre y ustedes me tienen que decir la cara de quién ven. No la tienen que pensar, es la primera imagen que les viene a la mente. No hagan trampa.

Aquí les va:

¡Sandinismo!

¿A quién vieron? ¿Verdad que no fue a don Augusto Calderón?

FSLN y Sandino no tienen que ver

Es completamente normal. La verdad es que el sandinismo y Sandino no tienen que ver. Para cuando Carlos Fonseca y compañía armaron su pelota de las cuatro letras, Sandino llevaba casi 30 años muerto. Es como que ahorita vos y unos broderes armen la banda «Los hijos de Freddie Mercury» (cuidado el spoiler de la película: murió en el 91) y se pongan a producir puras canciones de cumbia inspiradas en las de Queen.

Cuando la gente escuche tus canciones rasca-buche, por mucho que Freddie Mercury vaya en el nombre de la banda, nadie va a pensar en él cuando las oiga.

La cara del sandinismo es Masacrín

Si vos sos del 98.9%  de nicas, que ve la cara de Daniel «El Masacrador de niños» Ortega cuando le dije Sandinismo, pues felicidades, sos un maje normal. Ya en mi carta de amor al sandinismo titulada «¿El orteguismo y el sandinismo son la misma cosa? Ponemos fin a la discusión de una vez por todas» había aclarado este fenómeno para nada interesante, ni misterioso. Usé una calculadora chiclera que solo podía sumar:

Carlos Fonseca fue el jefe de los sandinistas de 1961 a 1975 = 14 años
De 1976 a 1983, los sandinistas tuvieron varios jefes a la vez, entre ellos Daniel Ortega = 7 años
De 1984 a 2019, los sandinistas han tenido un solo líder, Daniel Ortega = 35 años

Cuando algo ha tenido tu nombre más tiempo que cualquier otro nombre, no es robo.

Además, varios han tratado de “quitarle” el FSLN a Daniel Ortega en estos 35 años (Sergio Ramirez, Vilma Nuñez, Herty Lewites) y ninguno ha podido.

¿Por qué no han podido? Hay versiones de versiones, pero al final del día se resume en que el FSLN quiere tanto a Daniel Ortega, como Ortega quiere al FSLN.

Es más, esta semana que acaba de pasar, me preguntas por sandinismo y a mi se mente vienen estas imágenes:

Él es el compañero sandinista que mató a la muchacha en Matagalpa. Tan revolucionario sandinista como aquellos que hace unos meses nos recodaban la consigna del partido en un video que se hizo viral:

¿Está claro no?

Hace unos días Corazón Azul y Blanco (seudónimo obviamente) me mandó esta cartita que le salió del corazón. Me parece apropiada compartirla con ustedes, los que todavía ven con cariño al sandinismo porque de pronto, dentro de él hubo personas que hicieron algo bueno.

Lee y nos dejas el comentario más abajo … tal vez se te das cuenta que vos podes ser fan de Freddy Mercury y no bailar las cumbias del grupo LHDFM, porque al final, no tienen nada que ver.

El silencio

Por  Corazón Azul y Blanco

Cuando yo era una niña tuve la enorme suerte de tener una abuela que creo en su casa un refugio para todos los primos, donde crecimos protegidos de las experiencias de la guerra, donde nuestra vida era jugar, ver televisión y estudiar, la vida que todo niño de mi generación debió tener pero no fue así. Crecí jugando a las escondidas, cantando las canciones de Carlos Mejía Godoy y creyendo firmemente que el Gobierno del momento era la única opción viable para un futuro mejor, mis colores favoritos eran el rojo y el negro (juntos) y me sabía de memoria todas las consignas del partido.

Fue hasta muchísimos años después, cuando fui a la Universidad que me di cuenta de que no todos habían tenido mi suerte, y me entere por fin de los horrores que una guerra simboliza, fue cuando me entere de la navidad roja de la Costa Atlántica, o las matanzas que sufrieron comunidades enteras de campesinos que eran sospechosas de apoyar a la contra revolución. Me di cuenta de que la historia no fue como me a contaron y que hubo muertos de ambos lados.

Sin embargo, lo peor de todo fue darme cuenta de que esos horrores y abusos (de ambos lados) no eran secretos de estado, parecían ser del dominio público, pero cada quien guardo silencio a las protestas porque estábamos en guerra, porque eran los enemigos, porque ellos hacían lo mismo … en fin, que lo que más sobra son los porqués y lo que menos importo en ese momento fue la paz. Y fue entonces cuando renuncié a creer en partidos y decidí creer en la gente, cuando decidí que me importarían menos las consignas y me importaría más las cosas importantes como la vida, la paz, el amor.

Ahora miro a todas esas personas que guardan silencio ante los abusos del gobierno, y me imagino que lo hacen por algunos de los porqués que conozco de sobras, y no dejo de tener la esperanza que algún día decida ellos también que lo importante son las cosas importantes de la vida… no las consignas de un partido.

!Viva Nicaragua Libre!