Los trastornos psicológicos de Rosario Murillo, que definen las relaciones diplomáticas de Nicaragua

Los trastornos psicológicos de Rosario Murillo, que definen las relaciones diplomáticas de Nicaragua

Le preguntamos a una psicóloga muy reconocida (que se llama Goo y se apellida Gle) si este comportamiento tan pedestre y poco diplomático de la Vieja Arrimada de Daniel Ortega, está presente en la enciclopedia de enfermedades mentales que yo asumo existe en la psicología moderna. La respuesta, que a continuación les voy a compartir, me pareció sumamente interesante.

A ver, primero salgamos de algunos disclaimers necesarios para evitar que venga algún vivaracho a demandarme por estar mal-diagnosticando a una señora evidentemente enferma, que necesita ayuda urgente.

No es secreto para nadie que Rosario Murillo sufre de muchas «condiciones» que no deberían ser motivo de broma, empezando por esa «condición» que la hace destruir su propia dentadura:

Colgate sigue siendo la pasta de dientes oficial de esa «sonrisa»

En efecto, ese pegoste asqueroso que tiene entre los dientes no es un adorno. Es en realidad, una especie de medicina, para evitar que queda completamente chintana. O sea que sí, se trata de una enfermedad.

Por otro lado, lo de asesinar personas y pimpear a su propia hija menor de edad, por un hueso, pues tampoco debe ser simplemente una «cuestión de personalidad». Ahí hay trastornos grandes, grandísimos, que hasta alguien sin un título en psiquiatria o psicologia puede ver. Ergo, yo escribiendo esta nota ad pondus linguae ( o como dirías vos, que no sabes latín, «al peso de la lengua»).

¿Por qué Rosario Murillo es tan corriente y agresiva?

Como siempre, (o por lo menos, como en todas las películas donde sale un psicólogo) , todo tiene su origen en su relación con sus padres. Ya hemos hablado antes sobre la niñez, juventud y etapa de pre-arrimamiento de Murillo. Su educación (o carencia de) es definitivamente un factor que influye. Pero creemos que no es el determinante de tan corriente actitud.

Google nos llevó a un artículo que describe con gran precisión el perfil de personas como Rosario Murillo:

Las personas que maltratan psicológicamente a los demás suelen poseer una serie de rasgos característicos. Son los siguientes:

Son autoritarias y necesitan tener bajo control a la gente de su entorno.
– Parecen buenas personas al principio y suelen caer bien al conocerles. Así se ganan la confianza de la víctima a la que luego agrederán verbal y psicológicamente.
– Son mentalmente rígidas y persiguen la verdad. Ahora bien, la única verdad es la suya.
– Critican y tratan a la otra persona como si fuese inferior y no se arrepienten de ello.
No reconocen sus fallos propios, pues consideran que los demás no tienen razón.
– Viven del chantaje y hacen que la víctima se sienta culpable.
– Se ofenden fácilmente y pasan de estar tranquilos a agresivos en segundos
Mienten con facilidad, sin embargo, exigen que los demás siempre sean sinceros.
– Son egoístas y narcisistas. Piensan que están por encima de los demás y solo buscan satisfacer su propio placer.

Agresión verbal: claves para entender esta actitud violenta de Juan Armando Corbin (link)

Pues no sé cuál es el curriculum vitae del Dr. Corbin. Ni siquiera sé si realmente es doctor, pero… puchica, que bien conoce a la Vieja Arrimada. La pegó en todo.

Aunque bueno, también es cierto que, tanto de Daniel Ortega, como de Rosario Murillo, podes decir cualquier cosa negativa, y ellos lo representan en su máxima expresión. Así que ese perfil psicológico, bien podría ser el equivalente a un horóscopo.

La involución de la República de Nicaragua

En vista de que la psicología no me sirve para llegar al fondo de este asunto (más que todo porque soy un ignorante sobre el tema), voy a recurrir a lo que sé, que es política y derecho. De eso sí tengo un PHD, otorgado por la prestigiosa Academia de Ingles y reparación de celulares «El American The School» campus Tipitapa.

En general, los países tienen 2 sistemas de gobierno:

  1. La monarquía
  2. La república

En la monarquía, el sistema más antigüito, el poder estaba en manos de un rey (y/o una reina) que hacía lo que le roncaba con su país reino. ¿Por qué no? Si se lo habían heredado sus padres. Todos los que viven en ese reino son simples súbditos. Algunos con más derechos que otros (la nobleza por ejemplo), pero todos son súbditos al fin.

En la república, el destino del país pasa a manos de los ciudadanos, a través de elecciones (no se hereda). El poder además se divide en 3: una rama ejecutiva, otra legislativa y otra judicial. Esta división de poderes, permite que haya un balance, pues los 3 pasan midiéndose las costillas entre sí (ya que ninguno es más fuerte que el otro). Este sistema viene con su manual de uso, llamado constitución.

Dice mi tío Arturo (actualmente preso porque Masacrín le tiene miedo), en su más reciente libro sobre Nicaragua, que el problema con Nicaragua, es que nunca nos ha gustado la república. Pasamos de un rey en España, a una serie de caudillos en Nicaragua, que básicamente hacían el mismo papel del rey. Dice el Tío que al rey, así le gustaba, pues garantizaba que nunca pudieramos levantar cabeza.

Los nicas, retratados.

Doscientos años y 27 días después, seguimos exactamente en el mismo lugar. Supuestamente somos república, pero nelson, porque no hay división de poderes, ni balance, ni medición de costillas. Es más, volvimos a los tiempos en que el presidente rey ponía a su familia a mandar. La Vieja Arrimada de Daniel Ortega, es en realidad la reina y los 87 hijos son todos príncipes. Yo le llamo el gran Reino Batracio, el cual tiene a Nicaragua bajo ocupación militar desde hace varios años. Por eso es que está prohibido izar la bandera de Nicaragua.

La Reina Batracia es malcriada

Es un cliché que la realeza es una gran malcriada, tufosa, caprichosa. Es natural entonces, que la Reina Batracia, se sienta en su derecho de ponerse a las tapas con los vecinos de su reino. Para ella no es diplomacia entre países. Es un tráido con la hija-de-la-tal-por-cual que vive al lado y que le encanta criticar como ella trata a su servidumbre.

Por supuesto estamos hablando del tweet (super-viral) del embajador de USA, Kevin Sullivan:

A simple vista es un tweet inofensivo felicitando a los prixitos de Confidencial por su 25 aniversario. Sin embargo, a la Reina Batracia, el gesto le pareció ofensivo. Y en una explosión de capricho y malacrianza, excretó esta joya literaria:

Absténgase, Señor Sullivan, de seguir violentando nuestra Concordia Nacional, y renuncie a querer imponer su vulgar, rastrera, aberrante, insolente, innoble, abominable y decadente Política yanqui, que declaramos, una vez más, nada grata para l@s nicaragüenses.

Ministerio de Relaciones Exteriores, 11 de Octubre, 2021

En el fondo, lo que la Reina Batracia quiere decir es «Mira chele hijoadelatresmilparesdelagran#uta, no me toques las tapas oiste, que vos no me conoces enturcada». Pero no lo hace porque tampoco es idiota. Estamos entonces ante lo que los psicólogos llaman un «berrinche» o una «malacrianza».

¿Tiene sentido o explicación semejante reacción de la Vieja Arrimada? No, si lo vemos como la relación diplomática entre dos países, repúblicas modernas. Pero, como ya sabemos: Nicaragua no es una república, la Rosario Murillo no es vice-presidente y el 7 de noviembre no habrán elecciones.

Esa es nuestra realidad. Hay que aceptar e interiorizar los hechos. Solo así tiene sentido lo que pasa en Nicaragua-digo, el Reino Batracio.