Queridos 4 lectores, tengo noticias sin importancia de Bacanalnica que seguro no les interesan

Queridos 4 lectores, tengo noticias sin importancia de Bacanalnica que seguro no les interesan

Damas y caballeros, antes de empezar la epístola del día, lamento abusar de su cortesía y pido a todos los presentes que no forman parte de los 4 lectores, por favor detener la lectura. Repito, todos menos los cuatro de siempre, abstenganse de seguir leyendo.

Gracias y prometo recompensarlos más tarde con una una de las notas más impresionantes que han leído en sus vidas.

Solo para los 4 lectores

Qué sopa prixitos, como va la jugada? Pues los invoqué el día de hoy, porque temprano un sitio web de nicas que están en España publicó una entrevista que me hicieron antier y en ella revelo un secreto vergonzoso que solo unos pocos saben. Bueno, en realidad no es secreto, pero tampoco es público porque «avión, a quién le importa la vida del maje de Bacanalnica».

Para que entiendan, voy a piratearme de Despacho 505, la parte de la entrevista donde revelo que por tenerle miedo a la sangre, me fui de Nicaragua hace unos días:

Sé que fuiste amenazado por simpatizantes del régimen, pero qué fue lo que te hizo tomar la decisión del exilio, ¿hubo alguna acción en particular?

Yo tenía un colchoncito de seguridad que eran los periodistas. Antes de hacerme algo a mí, estaba claro que los primeros en la mira eran los periodistas. En enero me di cuenta que solo yo quedaba en Nicaragua, y Miguel Mendoza, que es un héroe de la comunicación porque ahí sigue. Y claro, La Prensa y La Corporación que son dos instituciones que han visto pasar guerras civiles y no se mosquean (inmutan), pero todos los demás se fueron: todos mis amigos, las persona que admiraba y seguía para estar informado.

Llegó un momento que al no haber nadie, y seguir la persecución yo tomé la decisión de irme con mi familia a Estados Unidos, porque era más peligroso. No iba a esperar que me hicieran lo mismo que a Miguel Mora y Lucía Pineda, y si Carlos Fernando y su equipo se fueron, pues yo sabía que era el momento. Así se fue Nicaragua Investiga y ustedes (Despacho 505) que están en España.

¿De qué te acusaba el régimen?

Terrorismo, quema de alcaldías, de ser responsable de organizar los tranques y de incitar al odio, que es el nuevo delito por el que te meten preso, y por el que Miguel y Lucía están en la cárcel. Tengo acusaciones de tener laboratorios clandestinos para propiciar el golpe de Estado, amenazas en redes sociales y privadas que no he hecho pública porque son más serias. Han publicado donde vivo, me buscan, mandan a alguien a buscarme, todo eso se fue acumulando.

Tenía una lista de acciones que si iban pasando, yo debía tomar la decisión de exiliarme. Fue así que llegó el momento en que de las cinco cosas que tenía escritas, cuatro ya habían sucedido.

Así es amiguitos. Finalmente me salí del hoyo donde estaba, agarré mi cepillo de diente y me vine a los Yunais con mi familia por unos meses a vacacionar, mientras Daniel «El Masacrador de niños» Ortega deja de secuestrar periodistas.

¿Cómo afecta eso a lo que nos interesa?

Yo sé que ustedes están más interesados en saber si esto va a afectar mi compromiso de traerles una nota diaria, totalmente gratis. Pues la respuesta es no. De hecho, ni siquiera se van a dar cuenta que me fui, de la misma manera que no sabían dónde estaba en Nicaragua, porque esto es Internet y da igual de dónde se conecta uno, no se paga larga distancia.

Lo único que necesito es que alguien tenga una clave del Wi-Fi fácil de adivinar y listo, Bacanalnica está al aíre.

Si acaso, ahora podré expresarme con más libertad porque no tengo que estar durmiendo en un hoyo para evitar que me agarren los paramilitares de Masacrín.

Bueno, ya están enterados. Ahora pueden pasar por los comentarios de abajo, aclarando cuándo me van a mandar queso de freir, rosquillas (de Rivas) y nacatamales.

Ahí les encargo a los primos Miguel Mendoza y Alvaro Navarro.