Reporte especial sobre la verificación, el discurso de Daniel Ortega y el dilema de la CxL

Reporte especial sobre la verificación, el discurso de Daniel Ortega y el dilema de la CxL

Este fin de semana culminó el inicio del proceso de verificación en Nicaragua. Sí, leíste bien, culminó el inicio. Eso quiere decir que tenes todo este mes, el otro y parte de septiembre para actualizar tu «expediente» en el Consejo Supremo Electoral. Dicen los empleados magistrados de Daniel «El Masacrador de niños» Ortega que hasta el 8 de septiembre van a permitir cualquier cambio.

¿Cómo estuvo la verificación?

Según los reportes de los corresponsales de Bacanalnica, en todos lados «se sintió fuerte» la verificación. En Masaya por ejemplo, dice el corresponsal voluntario (porque ahorita nuay para que sea no-voluntario) que ayer «hubo más movimiento en Masaya, que en las ultimas 4 elecciones». Eso suena esperanzador, porque todos sabemos que mientras más gente vota, menos votos para Daniel Ortega. El Carmen está claro de este hecho inexorable, por eso, hicieron lo posible por achantar a cualquier no-batracio que quisiera salir a verificarse.

El CSE obviamente no habla de eso, pero como con el COVID, paralelo a la institución batracia, surgió un equivalente ciudadano que hizo el verdadero papel institucional de informar. En este caso lo llamaron «Urnas Abiertas». Este fue su tercer y último reporte:

Básicamente, la verificación se dio a cómo uno espera que se puede dar en la Nicaragua ocupada militarmente por el Reino Batracio: con represión, trampa, marrulla, etc.

Entonces, como le decía, apesar de todo eso, mucha gente fue a verificarse, así que en El Carmen están ahorita pensando en el plan B del fraude electoral. Porque una cosa es robarse las elecciones con menos de un millón de votos, que con los 4 y medio millón que se supone tendrá el padrón electoral.

El nuevo padrón electoral de Nicaragua

El sitio web del CSE es como esos picados que con solo oler el tufito a guaro, ya caen redondos y no se levantan en varios días. Así que no se hagan ilusiones que van a saber los resultados estadísticos de la verificación. Para eso, te tenes que zambullir en el escusado rebalsado que es el 19 digital o bien, escuchar al Chele Grigsby en su capsula del tiempo hacia la Guerra Fría.

Dice el Chele que casi 400 mil nuevos votantes se inscribieron. Eso es ciudadanos entre 20 y 15 (pero cumplen 16 antes del 7 de noviembre). No es mucho, pero como hablamos hace unos días, cuando analizamos con numeritos en mano que Daniel Ortega no llega ni al millón de votos, ya duelen si todos van en contra.

El 50% de los votantes no llega a 40, dice Grigsby, son gente que no vivió los años 70, ni 80. Esto es importante para ellos, porque son gente que solo conocen los crímenes de lesa humanidad de los sandinistas del 2018 para acá. Según ellos, son susceptibles a cambiar de opinión si Masacrín sigue insistiendo que las masacres del 2018 no existieron, que los paramilitares son de fantasía y que todo es invento del Imperio. Pareciera que cuando sos sandinista, dejas de creer en lo que ven tus ojos.

El discurso de Daniel Ortega

Entre los miles de ciudadanos que salieron a verificarse, Ortega salió de su sarcofago para ir a dar su discurso supuestamente improvisado en una calle de El Carmen, frente a sus nietos y la servidumbre. Al maje lo empacaron tipo nacatamal en un par de chalecos antibalas y le inyectaron lo que sea que le inyectan cada vez que sale a la calle. Como ya es costumbre, Masacrín aprovechó las cámaras para hacerle su grosería a la Murillo, por arrimada (ver foto de arriba, como la escapa de botar).

Del discurso, les podemos resumir dos cosas:

  1. Los Yankees son siempre los culpables de todo.
  2. No descarta que tal vez no hayan elecciones este año.

Claro, si no hay elecciones, es por culpa de los Yankees, no de él. Que Ortega secuestre a todos los candidatos que alguna vez expresaron intenciones de participar en las elecciones, no tiene nada que ver con el boicot que «otros» quieren hacerle a las elecciones. Es una de esas casualidades que solo en la mente batracia tiene posibilidad de existir.

Para un sandinista, Daniel Ortega es este lider macho, valiente, invencible, que no hay manera de ganarle. Su Comandante es tan poderoso, que no hay opositor que le gane en unas elecciones, ni siquiera con el apoyo del Imperio. Por otro lado, para ese mismo sandinista es completamente accidental que casualmente en estos días, la Fiscalia (una entidad que nada tiene que ver con el Comandante) esté abriendo casos contra todos los políticos que podrían hacerle sombre en una elección. Para el sandinista, estos dos hechos son completamente desconectados entre sí. El sapito no ve miedo en las acciones de su líder, a no ser por el que le tienen los vendepatrias a su Comandante.

Por eso, para ellos, tendrá sentido que si la verificación confirma que aun con todos los secuestros, Masacrín no gana, cancelar las elecciones será culpa del Imperio.

México y Argentina sacan terminación

Por otro lado, el discurso de Masacrín también termina de enterrar cualquier esperanza de negociación que había en Nicaragua, facilitada por México y Argentina. Al final, Daniel Ortega no está dispuesto a soltar nada de lo que con mucho esfuerzo ha logrado robarse. Su plan sigue siendo convencer al sector empresarial de volver a un entendimiento, una vez él ya haya ganado las elecciones, o sea en el 2022. Cree que los pocos que todavía tienen empresas en Nicaragua, ante la difícil decisión de aceptar la dictadura, o quedarse en la calle, van a optar por negociar con la bestia. Buen plan Masacrín, sos un verdadero Machiavelo de la política. Si Machiavelo hubiera sido paramilitar y en vez de negociaciones políticas, hubiera usado balas de AK.

Y fuera de eso ¿Algo más que reportar?

Sí, mucho que reportar. En el lado azul y blanco inicia una semana determinante para la dirigencia de Ciudadanos por la Libertad. Con la casa por cárcel que le recetaron a Noel Vidaurre este fin de semana, la candidatura para presidente de la Alianza CxL cayó por forfeit en manos de Américo Treminio. Ellos reaccionaron «postulando» a su vice-presidente del partido Oscar Sobalvarro como candidato. No es oficial, pero eso quiere decir que el candidato a presidente al final será un representante del partido (algo de lo que ellos habían declinado).

También el fin de semana, muchos aliados de la Alianza Cívica (valga la redundancia, creo), dijeron que retiraban sus candidaturas, e incluso de la alianza. Unos dijeron que la razón era la movida de CxL (la cual les parece dedazo), otros no dijeron nada. En realidad no está claro que está pasando en esas trincheras.

Lo que sí está claro, es que esta semana será decisiva para el futuro de CxL. O se inscriben con lo que tengan disponible (léase, no secuestrados) o finalmente se retiran, declarando que Daniel Ortega le tuvo miedo a las elecciones. Estaremos muy pendientes.