¿Sos de derecha o de izquierda? Lee esta pequeña explicación y me decís

¿Sos de derecha o de izquierda? Lee esta pequeña explicación y me decís

Si bien la Alianza Cívica insiste en que para la unidad nos tenemos que fijar en otras cosas y no en las ideologías, me temo que eso es imposible actualmente en Nicaragua. Más que todo porque tenemos como 40 años que las ideologías no importaron mucho a los politicos nicaragüenses.

Decime vos, tenemos un presidente que supuestamente representa a los pobres, pero que desde su montaña de 4 mil millones de dólares, les receta plomo como que fueran vacunas contra el cáncer. Y antes de Masacrín, teníamos a un presidente de origen conservador, que ganó con el partido liberal y que terminó creando un partido neutral.

Es natural que los nicas digan hoy en día, que las ideologías no sirven para nada. Hasta que de pronto te ves en un nuevo gobierno y no sabes si deberías subirle a los impuestos o dejar de subsidiar el transporte.

Así que plan escuelita, hoy vamos a repasar muy ligeramente, los conceptos básicos de las dos corrientes ideológicas que universalmente moldean la política. Desde ya les digo que no exijan mucho de la escuelita nocturna para adultos, que con lo que ustedes pagan, ni para el café presto ajustó.

La izquierda

Cuando en Francia quisieron deshacerse de los reyes, para pasar a convertirse en república, los revoltosos anti-monarquía por alguna razón se agruparon en los asientos de la izquierda del salón. Desde entonces, todo grupo político que busca la mejoría de las mayorías, marginadas por los ricos o por el sistema, se dice que es de izquierda.

En la modernidad se asocia a la izquierda con el socialismo, porque coinciden en el deseo de querer beneficiar a los más desposeídos (con dinero del Estado). Eso, obviamente, implica más impuestos. Muchos más impuestos.

Hay países socialistas que le quitan a sus ciudadanos hasta el 50% de lo que ganan. Y aunque no lo crean, hay gente que lo paga gustoso, pues considera que la educación, salud y muchos más beneficios de excelente calidad que recibe a cambio, lo valen.

Los mejores ejemplos de este modelo son los países nórdicos de Europa (Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia). A diferencia de Cuba, estos sí pueden sacar pecho, porque además son los países con el mejor nivel de vida del mundo. Si pones atención a lo que dicen las malas lenguas, vas a oír como en esos países todo es «gratis» y de buena calidad.

Lo malo de la izquierda

El defecto que más le sacan en cara a la izquierda es el de los impuestos. Lo tachan de comunismo, cuando dicen que el Estado le quita a unos para dividirlo entre todos. ¿Por qué debería de pagar el que trabaja más, la factura del dentista del palmado que nunca se preocupó por hacer dinero? Para los no-socialistas esto es injusto.

Luego está el problema de las regulaciones. En países socialistas más extremistas, el Estado no solo cobra mucho impuesto, también se mete a tratar de controlar el mercado. Cuba y Venezuela son un buen ejemplo. Ahí el Estado jodió y jodió, hasta que la economía (especialmente el sector privado) terminó por quebrar. Se podría decir que al final se quedan sin beatriz y sin retrato.

Cuando llegas a ese punto, la única solución es resetear el sistema, como cuando tu teléfono se queda pegado y se pone super caliente. A como hicimos nosotros en 1990, después de los 10 años de caballadas del sandinismo.

¿Cómo gana la izquierda elecciones?

La lógica nos dice que para los izquierdosos, ganar elecciones debería ser fácil. Si ellos prometen cosas gratis a los más pobres, los cuales siempre son la mayoría en toda sociedad ¿Por qué no ganan todas las elecciones? El populismo viene integrado.

Si no ganan es por desconfianza. La gente ve a Rusia o a Cuba, y no logran visualizar el tal «paraíso socialista». Otras veces no ganan por temor al cambio. La izquierda suele estar relacionada al cambio (por eso a veces se les conoce como progresistas) y en sociedades muy tradicionalistas esto no es bien visto. El matrimonio igualitario es un buen ejemplo de esto último.

La derecha

La ideología de los ricos, los burgueses, los que no quieren que el Estado les quite muchos impuestos. En algunos países estos son los liberales. En otros, son los conservadores. La confusión radica en que hay un liberalismo político (libertad para todos, igualdad ante la ley) y hay un liberalismo económico (que el Estado no se meta con el mercado).

Para la derecha, el Estado es un problema. Por eso, debería ser lo más pequeño posible. Pocos impuestos, pocas regulaciones y pocas garantías sociales. Todos tenemos los mismos derechos, pero el que trabaja más, debería ganar más.

Obviamente los que ya tienen reales, defienden a capa y espada esta forma de pensar. Es más, uno mismo comienza a tomarle cariño, a medida que vamos teniendo algo de éxito en la vida y viendo la luz ($$). Curioso como los impuestos tienen ese efecto en las personas.

Como dijimos antes, la derecha suele ser más conservadora, así que a menudo, también es la ideología de los más religiosos.

Lo malo de la derecha

Para la derecha, la oportunidad (libertad) de hacerse rico, bien vale el riesgo de no tener ayuda del Estado para pagar por educación o salud (las cuales obviamente no deberían ser subsidiados, en la mente de un derechoso). A los palmados que están en riesgo de caer en la indigencia por una pata quebrada, obviamente esto no les cae en gracia. Por eso, se dice que las sociedades que prefieren la derecha, suelen sacrificar el bienestar social, por el cochino dinero.

Otro problema es la resistencia al cambio. A las sociedades conservadoras, no les gusta que las cosas cambien. Así sean cambios buenos o malos. Hay países por ejemplo, donde las mujeres siguen teniendo menos derechos que los hombres, porque chiva el comunismo.

¿Cómo gana la derecha elecciones?

Cuando un país está «muy bien», o mejor dicho, cuando una parte de la sociedad de un país está muy bien y no quiere que vengan unas minorías (o lo que está de moda ahora, unos inmigrantes) a aprovecharse de ese bienestar,  la derecha populista agarra fuerza.

Otra forma común que aprovecha la derecha para llegar al poder es la quiebra de un gobierno de izquierda, de nuevo, como ocurrió en Nicaragua aquí en el 90.

Entonces ¿cuál es mejor?

El secreto del éxito es el balance. No se puede tener un Estado sugar-daddy si los que pagan más impuestos, no se sienten incentivados a seguir haciendo dinero.

Por algo la mayoría se los países civilizados del mundo tienen una combinación de izquierda y derecha. Hay libre mercado y hay garantías sociales. De pronto gana un partido más de derecha y se vuelven un poquitin más capitalistas, pero al rato vuelve a ganar uno de izquierda y recuperan el balance.

Nada es infalible

Las cosas se ponen complicadas para los izquierdosos en el poder, cuando de pronto reciben una ola inesperada de inmigrantes que hacen uso de la ayuda de su generoso gobierno. Para los derechosos, la complicación viene por el lado de la desigualdad social. Llega un momento cuando los más pudientes, viven como en otro país, comparado con los que tienen menos.

Lo bueno es que en un país democrático existen las herramientas para la resolver estos pequeños inconvenientes.

No así en Nicaragua, donde ahorita tenemos otro tipo de clavo. Tener un presidente asesino, no tiene que ver con ser de izquierda o de derecha. Así que salir de los crímenes de lesa humanidad de Daniel Ortega es prioridad ahorita.

Pero ¿Verdad que es buena idea, vayamos preparando el camino para la siguiente discusión (una vez se vaya Masacrín)? Así pienso, por eso les dejo esta introducción. La próxima vez profundizamos más …