Un mensaje del Coronavirus para Nicaragua: No te voy a visitar

Un mensaje del Coronavirus para Nicaragua: No te voy a visitar

Desde algún lugar de Wuhan, China, 12 de febrero de 2020

Querida Nicaragua: me salto aquello de que “te escribo esperando que estés bien” porque hasta en China se sabe que bien, lo que es estar bien, no estas desde antes de que los españoles llegaran cargados de nuevos virus a América.

Yo te escribo para tranquilizarte, y te lo digo bien claro: 我唔會去睇你.

Perdóname maje, se me fue en chino. Entonces, te lo digo bien claro: 너를방문하지 않을거야.

¡Hijoelamadre!, eso fue en coreano. Es que lo que ocurrió en los Oscar me tiene con ganas de hacerme coreano.

Ahora sí, te lo digo bien claro: NO TE VOY A VISITAR. Así que déjame de mandar mensajitos tipo que “al menos me dé una vuelta por ese tal El Carmen”. Repito, yo no te voy a visitar. La Sonia Castro tiene toda la razón: Nicaragua tiene la fortaleza de afrontar el coronavirus. Y “no te riyas”, ya te lo explico.

Me pongo en modo “científicochapiolloilustrado”, como cuando Bacanalnica va a dar la receta de gallo pinto por allá, por los países a donde fue a terminar para que el amor y la paz “ortegamurillista” no lo fueran a bendecir.

Ante todo, la variedad de virus políticos, endémicos, únicos y originales, que ustedes tienen me hace ver a mi como feto de dos minutos de engendrado. No soy nada ante eso, ¿cómo se te ocurre entonces que me voy a aparecer por ahí?

A ver te lo explico en detalles:

Los virus somos agentes parasitarios microscópicos y no estamos hechos de células, somos capaces de replicarnos únicamente en el interior de una célula hospedadora y ocasionándole daños en el proceso. ¿No te suena familiar eso? Nosotros no necesitamos aparearnos para reproducirnos, nos hacemos fotocopias vivas de nosotros mismos. Para ello solo necesitamos que alguien nos hospede, y ya puestos en el lugar empieza la “fotocopiadera”, pero solo con un pequeño daño colateral: dañamos a quien nos hospeda, lo hacemos chingaste de polvo de talco. Sorry por quitarte la ilusión de que en El Carmen se multiplicaban a través de la reconfortante copulación.

Para lograr que alguien nos hospede nos podemos valer lo mismo de una revolución que de unas elecciones amañadas. La destrucción inicia de inmediato, mientras parte importante del pueblo aplaude, la otra parte mira para otro lado y los chingastes de siempre gritan el peligro en el que estamos, pero nadie les hace caso. ¿Te sigue sin venir nadie a la mente cuando lees estas cosas? Te lo pongo más fácil: ¿Cómo crees que ciertos seres por ahí logran reproducirse si hasta con la luz apagada no logras que su espanto se disipe? Es que son virus.

Sigo entonces. Nosotros los virus somos capaces de infectar cualquier forma de vida (animales, plantas, bacterias y otros virus), y estamos en todos los ecosistemas, siendo la forma biológica más abundante conocida. No se nos escapa nada, ni Bosawás, ni los canales de TV, ni el presupuesto de la república, ni el dinero que envía el virus que hospeda en Venezuela, ni el impuesto de circulación vial, etc., etc.

Nuestro origen es muy incierto, parece que evolucionamos a partir de plásmidos. Un plásmido es como Wilfredo Navarro en bóxer y con esa mirada que pone cuando quiere que alguien lo hospede. O como Wálmaro orgásmico cuando defiende en la asamblea la ley de urgencia de turno.

Una cosa si está clara, somos organismos muy primitivos, nada de que nos visiten las neuronas de vez en cuando o de que matemos a alguien con fineza, nosotros somos groseros hasta para matar. Pero no se equivoquen con esto, somos perros a mutar, cambiar, evolucionar. Podemos iniciar una frase con palabras como “comejenes, chingastes, ratas de tres patas” y terminarla con “Dios, amor, paz, vida”. Podemos haber arrasado el país y en menos de 20 años haber logrado que todo el país se ponga de acuerdo para que, con el 38% de los que salieron a votar, nos dejen volver a arrasarlo. ¡No me digas que no somos unos primitivos muy virtuosos!

Somos difíciles de combatir, casi no hay medicina contra nosotros. ¿Qué te dice el médico cuando no sabe ni m…a de lo que tienes?, ¡pues que es un virus!, reposo y mucho líquido. Y ahí vas vos tranquilamente a dormir y mear.

Algunas infecciones virales no pueden curarse de plano, sino mantenerse a raya, a niveles poco peligrosos e infectantes. Pero eso en tu caso es casi imposible, los nicas son tan diversos, pleitistas e intensos, que cuando los infectamos solo se dedican a discutir que harán después de nosotros en vez de ver como van a salir de nosotros. En momentos así los virus nos preguntamos ¿cómo es posible que estos seres nos vean como primitivos? No te me ofendas, pero si matamos sin asco, pues de igual forma decimos lo que pensamos.

En fin, querida Nicaragua yo no me voy a aparecer por ahí y el virus “SC-GP-1907 reloaded” (más conocido como el binomio Sonia Castro y Gustavo Porras) lo saben muy bien y fachentean con ello. Nada tengo que hacer ahí, Uds. hospedan en estos momentos lo mejorcito de nuestra especie.

Te quiero, aunque de larguito.

Coronavirus.

 

*Foto de portada inspirada en tweet de Cripta Boy