Albalicia 1984-2007

Albalicia 1984-2007

Por cosas de la vida esta gran chavala ya no está entre nosotros. Sin embargo, su alegría fue tan grande que con su recuerdo seguiremos por siempre empapados de ella.

“La Albita” cumpliría 23 años este próximo 20 de julio. Era de esas personas que desde ya nos tenía al tanto de tal acontecimiento. Hermana gemela, se adjudicaba ser la mayor aunque la diferencia de tiempo haya sido mínima. Nos cuenta su “fotocopia”, que Albalicia desde pequeña fue vivaracha, dinámica y bailarina.

Ella se describía a si misma como una persona sociable, liberal y siempre dispuesta a pasarla bien con sus amigos. Cosa que comprobamos y corroboramos hasta el cansancio en bacanales y ocasiones amenas.

Su pasión era el mundo del modelaje. Albalicia era una chavala coqueta. Todos los días llegaba a la universidad como si fuese a un concurso de belleza. Con grandes bolsos y el pelo planchado. Siempre vistiendo lo último en la moda. Fue modelo de este suplemento, así como de otros. Posó para muchos lentes como modelo y edecán de eventos. Pero también se esforzó mucho para trabajar detrás de cámaras. Ella estaba empezando a cosechar los frutos de formar su propia agencia, donde se desempeñaba como Directora de Castings. Era toda una “cazamodelos”, acechando a cualquier chavala que considerara con potencial y abordándola con un típico “¿Chunchita, cómo te llamás? ¿Has trabajado alguna vez en modelaje?”

Cuidaba de todos nosotros. Al extremo de darnos los 20 pesos del taxi aunque los tuviéramos. Según ella, “por si acaso”. O bien, poniendo en aprietos a su papá, al pedirle que fuese a dejar a todos y cada uno de los que estuviesen en su casa haciendo algún trabajo.

Una de las facetas no tan conocidas de nuestra amiga, fue su calidez humana y humildad. Era una chavala de vida cómoda, sin embargo, no era apegada a lo material y ayudaba a quien lo necesitara. Luchaba por lo que consideraba justo y siempre a favor de los más débiles.

Sus carcajadas a media clase hacían voltear cabezas. Su euforia por el triunfo del Madrid fue igual de escandalosa. Su peculiar manera de correr a través de los pasillos también llamaba la atención. Su habilidad para chatear por celular, su andar nervioso por cualquier cosa y sus dramas románticos que compartía en busca de un buen consejo y aprobación, serán inolvidables.

Albalicia nunca tuvo pelos en la lengua, ni en las manos ni en los pies. Una anécdota de colegio fue escribir en un papelito cosas no muy bonitas de una profesora. Esta le quito el papel, y antes que lo leyera, Alba se abalanzó sobre la maestra, guindándosele de la espalda para quitarle el papel y luego comérselo. Historias como esta, de su divertida locura, abundan.

A cada cosa que hacía le ponía todo su empeño y pasión. Tanto en su vida personal, estudiantil y social. En clases se esforzaba para salir bien, a pesar de distraerse de vez en cuando. Nunca le dio pena preguntar ni pedir la ayuda de sus compañeros. Pero sobre todo, era accesible a cualquiera sin medir la ayuda que ofrecía. Estudió la primaria en el Colegio La Salle, la secundaria en el Colegio Hispano Nicaragüense, y cursaba el último año de la carrera de Comunicación Social en la Universidad Centroamericana.

Albalicia era una joven que rompía esquemas y empezaba a cumplir sus sueños. Hasta siempre, amiga.

Albalicia
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