La vida sin futbol

Ya casi un mes desde la finalización del mundial de futbol, para algunos no significa mucho ya que acostumbran a ver este deporte cada 4 años, pero para los que seguimos las distintas ligas semana a semana un mes pareciera una eternidad… Dónde quedaron los sombreros de colores, las caras pintadas, el pulpo Paul, los bares llenos? Bueno en esta ciudad los bares estan siempre llenos pero dónde quedo todo lo demás? De momento no queda más que conformarse con los partidos de preparación que sirven más que todo para dar una oportunidad a los jugadores jovenes y a que los fichajes se adapten a sus nuevos equipos. Pero la verdadera pasión, esa que te hace saltar del asiento y gritar como enfermo es la que se va a desatar en las próximas semanas cuando las ligas más importantes del mundo entren en acción otra vez.

Les hablo de rivalidades históricas como la de Boca-River o la de Barcelona-Real Madrid, esta última que tanto morbo ha creado en los años recientes: Messi aquí, Ronaldo allá, que la cantera del Barca, que los millones del Madrid, que uno ganó 6 títulos en una temporada, que el otro ganó más títulos en la historia… En fin, estas son conversaciones que escuchamos en cualquier mesa de tragos de Managua o del mundo entero y al igual que hablar de religión o política nunca habrá un entendimiento y jamás alguien dará su brazo a torcer, pero eso supongo que es lo lindo del asunto.

Una mañana hace 14 años me desperté y encendí el televisor, en la pequeña caja había un hombre vestido de rojo que hacía cosas impresionantes con el balón, su técnica no era perfecta pero tenía un estilo de juego muy partícular: Mucha garra pero con un toque de elegancia, soberbio pero sabía jugar en equipo, usaba las solapa de la camiseta levantada (increible como un detalle tan pequeño puede proyectar tanta distinción) y aparecía siempre en los momentos más importantes. Su nombre era Eric Cantona y jugaba para el Manchester United, lástima que su carrera terminó prematuramente pero ganó tantas cosas en tan poco tiempo y hay imágenes y momentos que siempre recuerdo. Es por eso que yo tampoco daría mi brazo a torcer si alguien le faltara el respeto a mi ídolo o a mi equipo, porque nunca se ha tratado de tener la razón, hay un sentimiento que simple y sencillamente no se puede explicar. Algunos no le entienden, pero por dicha habemos otros privilegiados que si lo entendemos y lo entendemos muy bien.

Así que ya pronto tendremos más excusas para llenar los bares, yo en lo personal extraño dos cosas: Las cubetas de cerveza y las chicas con sus camisetas de futbol, ambas se ven taaan apetecibles! Buena suerte a todos y les deseo una gran temporada.