Verano Lampareado. Cuando calienta el sol aquí en Managua

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La gasolina por el cielo, tengo exámenes después de Semana Santa, aun sigo desempleado y el mar más que relajarme toda la vida me ha agotado. No, me dije recientemente tratando de aceptar mis condiciones pero creyendo aún en la libertad y las posibilidades de hacer algo divertido, diferente y discreto para estas vacaciones. Algo que no me quite tiempo para estudiar, pero que me dé diversión y a la vez me relaje.

Una amiga se fue a un retiro por 7 días y me dijo que podía usar su apartamento en Managua. Jaaa! (Mis vacaciones de semana santa en leer más)

Eso me prendió el foco y la pauta para asentar, claro, todo encaja en su lugar; sí, si quiero tomar unas vacaciones en un lugar tranquilo, el lugar más indicado para eso es Managua. Y así fue, empaqué mis maletas, me despedí de Granada y desde este fin de semana empecé a disfrutar de mis vacaciones relajadas en Managua, una ciudad que sólo una vez al año se transforma en un espacio inmenso y hermosamente desierto.

Incluso, ya tengo mi agenda: estudiar de 8 a 12pm, veré el próximo Clásico en K50 en Las Brisas, mis entraditas de cóctel serán en el Gussien de Bolonia, alternados con los consume de mariscos del Washinton Post, un precioso escondite de bambú administrado por rastas en la Colonia Pedro Joaquín Chamorro. Luego, antes de entrar la nochecita, podré calentar motores en el Topkapi, La Criollita o en mi heróica Esquina Fiel en la Miguel Bonilla.

También pienso que es fecha para hacer finalmente la aventura nocturna que siempre quise: seguir el recorrido que Frank Galich describe en su novela Managua Salsa City, Devorame otra vez , sólo tengo un problema, no estoy aún seguro si existe aún Aquí Polanco. No importa, el Malecón y Los ídolos en la Rotonda de Bello Horizonte aún continúan intactos, así que el programa es aún factible.

También están las excursiones de días, pues he de confesar que como soy originario de Managua y siento un gran orgullo de conocerla como la palma de mi mano, siempre me da por recorrerla en buses de terminal a terminal, así que este #VeranoLampareado (mi hashtag en twitter para esta vaca) quiero aprovechar y terminar de peinar zonas que aún no conozco a cabalidad como la Colonia Carlos Fonseca y Loma Verde (zonas sureñas de San Judas). También quiero explorar algunos asentamientos nuevos de la carretera norte, tomarme algunos troslis de Victoria en alguna pulpería que se haya abierto en esas asignadas Casas Para el Pueblo y ver qué tal andan algunos browis que tengo en Acahualinca. Por supuesto que compraré mis aerosoles para hacer mis cuantas pintas, (he de promover mi nuevo blog y algunas otras ideitas con marketing de guerrilla).

Finalmente está el problema de que carezco de un valneario, pero bueno, no puedo quedar bien con Dios y con el diablo, me conformaré con el nuevo refrigerador de mi amiga y una ducha que tira el agua a sangre fría. No me puedo quejar. Creo que Managua en Semana Santa es un lugar perfecto para vacacionar. Mi #VeranoLampareado. Sí!