Carlos Guadamuz nos recuerda de qué son capaces los sandinistas más fanáticos

Carlos Guadamuz nos recuerda de qué son capaces los sandinistas más fanáticos

Yo, al igual que ustedes, tengo amigos y parientes que trabajan en el Estado. Por supuesto que les toca rotondear, firmar papeles y de vez en cuando bailar el Komandante Zekeda. Es triste, indigno y reprochable, pero como siempre me dicen ¿Vos me vas a ayudar a mantener a mis hijos o a pagar la deuda?

Pues no mucho, porque como los 4 lectores todavía no pagan por leer Bacanalnica y mi apellido no es Chamorro, mejor opto por respetar sus situaciones socio-económicas.

También conozco gente que además de trabajar en el Estado, por sus venas corre sangre semi-batracia. Es esa gente que busca en el Canal 4 una justificación para creer que Masacrín no es tan malo. O por lo menos, la vieja confiable, «los azul y blanco tampoco son angelitos». Esta gente la mantengo a una distancia prudencial, pero tampoco les he cortado el habla.

Mi regla de oro para el reino batracio

En estas relaciones yo me rijo por una regla de oro: si vos no anduviste montado en una Hilux ayudando a limpiar asesinar gente o no abusaste de las leyes para encarcelar a nuestros hermanos o no sos torturador del Chipote, probablemente nos sigamos hablando después de todo esto.

Eso no significa que se me va a olvidar tu papel en esta dictadura o que voy a dejar pasar cualquier oportunidad que surja para recordartelo. Al contrario, tipo los chavalos de secundaria cuando son feos y palmados, no vas a aguantar todas las cartas de amor que te voy a escribir.

Pero créeme que no te quiero ver muerto, o preso por gusto.

Porque hay dos tipos de batracios

El problema es que en el reino batracio, los pensantes, con sentido común y que no están dispuestos a matar por Daniel «El Masacrador de niños» Ortega, son minoría. O por lo menos, eso es lo que se percibe desde las afueras del FSLN.

Miren este video de un señor sandinista cualquiera, que lo único que le critica a su partido es que no sean más asesinos:

Peligroso aumento del fanatismo político por discurso del régimen de Daniel Ortega

«A los de 100% Noticias yo les hubiera arrancado la cabeza a balazos».

Solo pensar que ahí donde esta perla del sandinismo se va a echar «unas 6 cervezas», yo llevé alguna vez a mis tripuditas a jugar y pasear.

Entonces hay dos tipos de batracios, los que son vivos y cómodos, pero no asesinos. Y los que son todas las anteriores. De este segundo grupo salen las turbas, los paramilitares, los policías, los jueces que reparten sentencias de terrorismo y los genios de UNEN.

A esos yo les tengo miedo. Porque no es gente con la que podes razonar. Incluso después de la inevitable partida de Masacrín a Venezuela, esa gente se va a quedar en Nicaragua, resentida, traicionada, sin su razón de ser.

No niño, todo es táctica política para meter miedo

Ya quisieramos en Nicaragua tener un FSLN con tácticas políticas. Más de 500 personas estarían vivas ahorita. Pero no, el Frente Sandinista es 10% política y 90% violencia. Eden Pastora vive sacando pecho con eso, porque para él eso es un valor revolucionario que debe cultivarse.

No estoy bromeando. Lamentablemente.

¿Se imaginan cómo habrá sido la niñez de este individuo?

Masacrín y su mujer, por otro lado, normalmente lo ocultan. Usan ese lenguaje batracio que al suave hemos venido traduciendo estos meses (pueden leer el Glosario de ayer).

Donde nosotros oímos paz y reconciliación, sus batracios oyen otra cosa y la experiencia nos dice que no hay que tomárselo a la ligera. En dos palabras te lo resumo: Carlos Guadamuz.

Hoy por la tarde escuchamos la noticia que «una mujer» le había echado ácido sulfúrico a un padrecito en la catedral de Managua. A ver, que levanten la mano todos los que pensaron que había sido una fanática de Daniel Ortega para caer en gracia con su comandante. Yo la verdad hasta estaba esperando que echaran preso al padre, por meter las manos muy violentamente cuando le estaba cayendo el ácido en la cara.

El arreglo es que no vas preso

Como dijo el señor del video, que si le cumplía la promesa a su ídolo de ir a repartir paz a los obispos y a 100% Noticias, «me respalda el Frente pues soy sandinista».

Al asesino de Carlos Guadamuz lo liberaron a los 4 años, porque le dio mucho stress estar en la cárcel. Como todos saben, al de las Jagüitas más bien lo ascendieron.

¿Será que Daniel Ortega se lo lleve a Venezuela con toda su familia? ¿O lo deje aquí tirado sin posiblidad a ser policía nunca más y odiando a toda Nicaragua?

¿Qué crees vos?