Manuel Guillen sobre Kitty Monterrey

El análisis de la caricatura de Manuel Guillen sobre Hitler, digo, Kitty Monterrey

¿Ustedes saben a que se refiere uno con eso de la «vieja confiable»? Según mi investigación monográfica para optar al título de doctorado del idioma nicaragüense con especialización en el tamarindismo clásico, se le llama «vieja confiable» a un recurso que a pesar de ser por todos conocido, siegue siendo efectivo para conseguir el objetivo.

Por ejemplo, cuando tu broder, el coyote, te pide prestado. Vos le decís que te vuelva a preguntar el 30, porque ya tu quincena voló en las primeras horas del día quince. Es completamente factible, porque los cobradores del Gallo más Gallo son más ninjas a cascar, que los broderes coyotes.

¿Haciendo un Daniel, tío Bacanalnica?

Calma, te prometo que sí tengo un punto, al que poco a poco voy llegando. Veamos Estados Unidos, por ejemplo. Aquí, donde ando posando cortesía de Daniel «El Masacrador de niños» Ortega, la vieja confiable en retorica política es Hitler. Para todo sacan al enano nazi, cuando quieren atacar al contrincante político. Todos sabemos que es retórica, porque (apartando la reciente relación platónica de Donald Trump con los grupitos de extrema derecha), ningún político gringo ha sido ni un 1% parecido a Hitler. Es hipérbole, una gran exageración, ya normalizada, porque todo mundo entiende que no es literal.

Hitler, solo hay uno

Es fácil no ser igual a Hitler. Él es único y eso es bueno. Porque Hitler es responsable de millones de muertes, por razones tan absurdas como el tamaño de la nariz. Es díficil, para un ser humano normal, entender como los nazis repartieron tanta maldad, por razones tan pendejas, sin el remordimiento innato que sentimos todos personas cuando hacemos daño a otra persona.

Algo así como Daniel Ortega en Nicaragua. Ven cómo sí es la vieja confiable. Porque Masacrín no ha llegado ni al primer millón de muertos, ni ha invadido otros países, pero para nosotros es igual de terrible que Hitler. Es una hipérbole, pero no tan exagerada como llamar «Hitler» a un político cualquiera.

Las caricaturas son hipérbole

En el mundo de la sátira (ahí vivo yo, limpiense los zapatos antes de entrar), la hipérbole es «el machete». Yo no sé dibujar, por eso escribo, pero los caricaturistas (que tienen más tiempo de vivir aquí) les pueden decir que sin ese machete, todo sería más difícil. De hecho, yo me atrevería a decir que caricatura e hipérbole son sinónimos, porque exagerando y exagerando es que se llega a la versión caricaturesca de una persona.

Decir que esta caricatura es hipérbole, es redundar, ya sabemos que no es cierto que doña Hello Kitty es responsable de las matancinas del 2018.

Caricatura del 29 de abril 2021, en La Prensa

Ahora bien debo aclarar, que nada en esa caricatura dice que doña Kitty sea Hitler. Sí, está ilustrada como un personaje militar, pero el bigotito característico, no está presente, así que descartado (me disculpan el título de la nota, la relación con Hitler la hago yo, no Guillén).

El responsable de las muertes es Daniel Ortega, el mero Masacrín, conocido por algunas de sus hijas (una por lo menos) como el violador. Si acaso hay alguien que comparte ese «mérito», es la Vieja Arrimada, la mujer del patrón, la Rosario Murillo. A doña Hello Kitty, la polícia sandinista, el EPS o los paramilitares, que yo sepa, no le hacen caso.

Manuel Guillén en este caso, simplemente usó la imagen de las masacres, como recurso hiperbólico, para transmitir un mensaje.

¿Cuál es ese mensaje?

Pues, aventurándome en la interpretación artística, me atrevo a deducir que lo que quiere decir el tocayo Guillén, es que por la testarudez de doña Hello Kitty, de no «prestar» su casilla, ella es responsable de los muertos.

No, de nuevo eso sería hipérbole.

Entonces el mensaje es que ella está dispuesta a pasar por encima de los muertos, que son culpa de Daniel Ortega, pero que ella con su testarudez, no los toma en cuenta.

Mmm, eso no tiene mucho sentido.

Me es complicado entender qué significa el recurso de los muertos en este caso, y eso que como colega de la sátira, se supone que estoy mejor equipado que el ciudadano promedio, decente con pensamientos puros y sinceros.

El mismo Guillén amplía la idea con un tweet posterior a la controversia:

OK, Guillén entonces sí responsabiliza a doña Kitty Monterrey por los muertos, la llama «mezquina cómplice de la dictadura». A pues no era tan hiperbólica como yo pensaba la caricatura. ¿Y todo esto es por su cerrazón con la casilla?

No abrir en pampas la casilla = cómplice de masacres

Al final, este es el mensaje que me queda. No «prestar» su casilla es igual a ser cómplice de la dictadura en las masacres, los robos, las violaciones, los presos políticos, etc.

Pues … me disculpa el tocayo, pero yo sigo pensando que eso en efecto es retórica, hipérbole. Porque cuando la inferencia entre una premisa y una conclusión recorre más de un kilómetro lleno de curvas, ya entra al terreno de la abstracción, y ahí te piden la licencia artística para manejar.

Manuel Guillén tiene todo el derecho (a como lo tenemos todos) de expresarse libremente sobre personajes públicos. Puede ser grosero, respetuoso, burlesco, lo que él quiera, pues esa es la gracia de la sátira, la cual es tan importante, que hasta está protegida por el Derecho de Autor (no es cualquier trompudo el que tiene ese nivel, es inmune a la piratería).

Yo coincido con él que la testarudez de doña Hello Kitty es frustrante para los que queremos la unidad ya. Así como entiendo que la razón por la que los CxL son así de cerrados es porque no quieren tener nada que ver con el sandinismo, viejo o renovado (MRS Unamos incluido).

Dónde difiero, es en equiparar ese sentimiento anti-sandinista extremo, con las masacres del 2018, elevandolo a categoría de cómplices de Daniel Ortega. Yo que uso (y abuso) de las hipérboles, me parece que no es adecuada. No por faltar al respeto a doña Hello Kitty (porque después de todo, es sátira), más bien, por su imprecisión. Convertir las masacres en un meme lleva a la normalización, y creo que Nicaragua no está lista para ver una retórica política plagada de acusaciones usando las masacres del 2018 como que fuera cualquier cosa, como en Estados Unidos se llaman Hitler los unos a los otros.

Yo, por lo menos, no estoy preparado. Cada vez que me sale un hijo vecino en Twitter o Facebook, hablando de que tal por cual (alguien que no es Daniel Ortega y sus sandinistas) es igual de culpable por las masacres del 2018, inmediatamente lo bloqueo.

No nos enredemos. En Nicaragua tenemos políticos malos, políticos pésimos. Diiiicen que hay unos que son más o menos. Pero Ortega, al igual que Hitler, es único. Nadie más tiene la culpa de las matancinas del 2018. De los presos políticos, de la segunda quiebra de la economía de Nicaragua. Nadie más que Masacrín es responsable que yo, al igual que otros 100 mil nicas, estemos fuera de Nicaragua esperando a que él se vaya para volver a nuestra patria.

Pero, la libertad de expresión …

Ahí no tengo nada que comentar. La libertad de expresión no se toca. Como dije, Guillén es libre de hacer caricaturas criticando a quién quiera. Así como yo tengo la libertad de comentar lo que él dibujó. A los políticos de CxL y la Alianza que mandaron una carta poniendo quejas, mejor vayan acostumbrándose, esto de la democracia no se resuelve poniendo quejas. Ideas se atacan con ideas.

*La saga continua

Pueden leer la respuesta del Tocayo en la nota del Lunes «Manuel Guillén analiza el análisis de Bacanalnica, sobre la caricatura de Manuel Guillén«