El resumen oficial del discurso de Daniel Ortega sobre los «sepulcros blanqueados» y que quiebren los empresarios

El resumen oficial del discurso de Daniel Ortega sobre los «sepulcros blanqueados» y que quiebren los empresarios

Paren lo que están haciendo, llegó lo que estaban esperando: la traducción / resumen del discurso de Daniel «El Masacrador de niños» Ortega, ante el reino batracio en pleno. Esta vez, celebrando no se cuántos años de habérsele piñateado el FSLN a Carlos Fonseca Amador, el muerto que no muere, pero está muerto.

Empecemos ya, que para variar, Masacrín se lanzó un discurso de horas, para decir dos o tres incoherencias.

Daniel Ortega dice que él es igual a Cristo (y lo prueba)

Masacrín empezó su discurso con la pezuña derecha, cuando probó, con argumentos irrefutables, que él es el nuevo Jesucristo. Según él, Estados Unidos (el Imperio), lo quiere crucificar igualito que hizo el Imperio Romano con Cristo y por las mismas razones.

A vos te suena absurda la analogía (además que estoy seguro que debe incurrir en más de una docena de pecados capitales), pero desde aquí pude escuchar el «clic» que hizo en la mente de todos sus batracios.

Después de endiosarse (y de paso charrulear a Jesús), Masacrín se puso a explicar la logística de la última reunión con Carlos Fonseca. Diez minutos se fueron (un daniel y medio) explicando como se pusieron los zapatos y la faja los que se iban a reunir. Lo más emocionante fue la parte donde explicó la dirección de dónde vivía uno de los majes.

Se me hizo evidente por qué Masacrín nunca fue más que un comandante a control remoto en los 70. ¿Se imaginan a su pelotón esperando ordenes en plena batalla y él balbuceando sobre como funciona la pólvora?

Daniel Ortega está un poquitín resentido con los empresarios

Ustedes saben que Masacrín no es muy bueno a disimular sus emociones. Por eso es que los 325 nietos que tiene, se ponen a llorar cada vez que lo ven queriendo abrazarlos «con amor de abuelo», tipo a como lo hacía con la Zoilamérica. Ayer fue evidente que está bien resentido con el sector privado.

Empezó diciendo que los «ricos y capitalistas» odiaban a Carlos Fonseca (quien era comunista, así que el sentimiento era mutuo), para después llegar a la conclusión que los empresarios amaban a Somoza.

Según él, en esos tiempos, los «latifundistas» le decían a la guardia que mataran a los campesinos, para poder robarse sus tierras. Nada que ver con ahora. Eso es muy diferente a los colonos sandinistas que matan indígenas para piñatearse Indio Maíz. O la policía sandinista matando campesinos plan piña de mamón, porque se pusieron al brinco con la ley del gran canal.

Especialmente surrealista fue la parte donde Masacrín trata de explicarnos como en esos tiempos la guardia encarcelaba, torturaba y mataba gente, simplemente porque le roncaba. «WTF?!» dijo Somoza desde el infierno, «el pétalo de flor éste no puede ver banderas azul y blanco ni en chimbombas porque hace el berrinche con sus paramilitares, pero yo soy el exagerado».

Por último Masacrín nos recuerda, sin querer, que al igual que con Somoza, a él tampoco lo van a sacar la OEA, las Naciones Unidas, Estados Unidos o la Unión Europea. Por muchos «derechos humanos» que viole.

Daniel Ortega es el único que extraña a la Unión Soviética

Nadie en el mundo actual extraña tanto la guerra fría como Daniel Ortega. Por eso me pareció extraño cuando dijo que ahora sí es más tuanix, porque a diferencia de los 80 (cuando solo eran Cuba y nosotros los que estábamos mordiendo el leño), ahora hay montón de países que compiten por llegar al fondo de barril en lo que se refiere a economía, democracia y libertad.

Mencionó a Venezuela, Argentina, Bolivia, Cuba y claro, Nicaragua actualmente bajo ocupación por el reino batracio. Dice él que América se está «sacudiendo» todas esas cosas modernas que le gustan a la gente civilizada, como la libertad y la democracia.

Dice que Venezuela derrotó y dejó en vergüenza a Estados Unidos, porque logró colarse en el consejo de derechos humanos de las Naciones Unidas.

Ya.
Estamos claros.

Los pobres venezolanos están rompiendo todos los records del Continente, en lo que se refiere a desgracias, pero son los Estados Unidos los que perdieron. La lógica batracia no es igual a la lógica que vos y yo conocemos.

Masacrín terminó este segmento internacional sacando los trapos al sol de Estados Unidos, los tiroteos masivos. Dice que Estados Unidos «debería hacer algo» para solucionar este terrible problema. El maje que ha matado más nicaragüenses que el cáncer (unos 50 mil en la guerra civil de los 80) le dice a Estados Unidos que resuelva su problema.

Para ponerlo en perspectiva, según la ONG Gun Violence Archive, en el 2018 murieron 373 personas en Estados Unidos, por tiroteos masivos. Ese es más o menos el número de asesinatos que la CIDH pudo contabilizar en Nicaragua, antes que Daniel Ortega los corriera del país por tener ojos y no ser mudos. En Estados Unidos son 327 millones de habitantes y ven esto como un problema grave. En Nicaragua somos 6 millones y Daniel Ortega se hace el loco.

Daniel Ortega va a destruir el país (otra vez)

Volviendo a Nicaragua, Masacrín se lanzó un daniel echándose flores por hacer lo que se supone que debe hacer un gobierno medianamente funcional. Volvió a regar su veneno contra los que se atreven a analizar sus cagadas en prácticamente todos los aspectos de su gestión. Los llamó «terroristas», porque hay que ver, sus cagadas son muchas.

Estrenó un nuevo argumento contra los empresarios que no quieren tener un presidente asesino. Según él, en el fondo lo que no quieren es pagar impuestos. Es decir, si un empresario dice que los paramilitares existen y que mataron (y siguen matando) a lo descosido, entonces es porque quiere exoneraciones. Otra vez, a vos no te suena, pero a los batracios les hace «clic».

Nuevamente nos embarcamos en el surrealismo, oyendo al maje más rico que ha tenido Nicaragua (por los 4 mil millones de petro-dólares que le cascó a Chávez y Maduro), hablar de los capitalistas que hacen pasar hambre a «nosotros» los pobres de Nicaragua.

El maje que nunca ha trabajado en su vida y que quebró la economía de Nicaragua en los 80, remató diciendo que los empresarios que están en alitas de cucaracha, deberían de quebrar para ver si así aprenden que el único camino es aguantarlo a él en el gobierno, como lo hacen los empresarios batracios.

Terminó diciendo que los empresarios deberían de formar su partido político si quieren dialogar sobre la «crisis socio-política» que le cayó del cielo a Nicaragua en el 2018. Aquí te explico mejor a qué se refiere Masacrín con eso de la crisis socio-política:

Daniel Ortega se despide, no sin antes vulgarear a los padrecitos

Masacrín insistió ayer, varias veces, que hay una conspiración en Nicaragua contra él. Dice que él es muy respetuoso de las leyes y quiere la paz, pero hay unos terroristas que quieren hacerle golpe de estado, alimentados por los empresarios y los padrecitos.

Dice que ningún sandinista quiere regresar al terrorismo de abril, solo nosotros, una minoría del 85% de Nicaragua. Llamó a los sacerdotes «sepulcros blanqueados» y les dijo que se preocupen por su viga en el ojo, en vez de estarle recordando a él que tiene una pajita chiquitita que ni estorba.