sonia castro

¡Extreme Makeover Nicaragua! En esta edición: Sonia Castro y la Policía Sandinista

Pasa en las películas, pasa en las telenovelas, pasa en las mentes de las colegialas…la transformación de un personaje «feo» a «bello» está tan arraigada en la imaginación de la gente, que incontables horas de «contenido» se han producido desarrollando la idea de la transformación. Básicamente, ¡toda la trama de «Betty la Fea» es eso!

Ahora, en Nicaragua, estamos viendo ese cliché aplicado en tiempo real. Sólo que en vez de una secretaria poco agraciada físicamente, el objeto de la transformación es una dictadura asesina.

Antes: el relajo del MINSA

Hace unos cuantos días, le platicábamos a nuestros tres o cuatro lectores sobre el relajo que había en el Conchita Palacios, después de que el Abuelito Joe ordenara que para entrar en la Potencia Amiga tenía que presentarse prueba negativa del COVID. Ni corta ni perezosa, la dictadura activó su monopolio de pruebas, y abrió el caramanchel en el Ministerio de Salud, que por supuesto, no estaba preparado para recibir el flujo de gente. Pueden leer la historia Viaja a Estados Unidos…¡Con escala en el Conchita Palacios!

Minsa debería “educar con el ejemplo”, tras aglomeraciones en Conchita Palacios
Minsa, no seas menso

Pues, parece que el Reino Batracio está pendiente de lo que dicen los medios independientes, porque rapidito corrigieron el curso y mejoraron el proceso de acceso a la prueba para viaje. Antes de que te deshagas en elogios, recordá que están cobrando la bicoca de $150.00 (Ciento cincuenta «lolos» netos) por algo que en otros países se brinda GRATIS.

Después: atendidos a cuerpo de rey

Según testimonio de algunos de nuestros tres o cuatro lectores, hay un antes y un después en el servicio de prueba.

Primero, desde que te abren el portón te están abrumando con saludos y bienvenidas, tanto así, que la gente esta preocupada porque van a dejar luyidas las «buenas tardes».

Es tradición nicaragüense que en las instituciones públicas andés como niño perdido en el bosque; y cada burócrata empoderado detrás de su ventanilla, te humilla por no saber que hacer. Ahora, en el centro COVID del Conchita, funcionarios educadísimos despejan tus dudas mientras te escoltan de un toldo a otro. Son los mismos tres toldos en medio del polvo, pero por lo menos, ahora no te sentís (tanto) como ganado. ¡Hay sillas! Y ancianos y embarazadas reciben pase expedito, si lo piden.

La cuarta estación es la entrada de un edificio, donde esperas sentado bajo la sombra de un alero. De ahí, pasas a las estación final: una oficina con aire acondicionado, donde te recibe una edecana vestida de gala, tipo el «Jefe Malo Final» en un videojuego. Ella verifica tu información y te escolta al sillón donde un técnico que mete el hisopo en uno de esos lugares donde el sol no brilla – el fondo de tu nariz, no seas mal pensado.

Y esa «Jefa Final» es….

Sonia Castro, vestida de gala

Sonia Castro.

¿Quien?

Sonia Castro.

Ella se alista para recibirte como si fuera la Princesa Peach, pero todos sabemos que es Bowser.

Sonia Castro era Ministra de Salud del (des)gobierno del Comandante Daniel y la Compañera Rosario. La susodicha es tristemente célebre por haber orientado que hospitales y centro de salud no atendieran a los heridos por la represión oficialista ejercida contra la rebelión de Abril, 2018.

¿Te acordás cuando Álvaro Conrado llegó desangrándose a una clínica, y le cerraron los portones en lugar de atenderlo, dejándolo morir en una calle? Pues, esta señora fue la que emitió la orden. Una de tantas muertes que deben pesar en su consciencia, si es que la tiene.

Álvaro Conrado, asesinado por la dictadura orteguista.

Bajo la administración de la Dra. Bowser, también se orientó que si identificaban a pacientes que hubieran participado en las protestas, que se les entregara a la policía como si fueran delincuentes. Algunos reportan que los policías ingresaban incluso en los quirófanos mientras tenían lugar operaciones, rompiendo todos los protocolos éticos y de seguridad.

¿Se acuerdan cuando la gente iba a las morgues a buscar a sus parientes asesinados, y los obligaban a firmar un papel diciendo que aceptaban que habían muerto por «causas naturales»? Pues, todo eso fue gracias a ella.

Básicamente, esta señora que ahora reparte los resultados con la simpatía de una impulsadora en el supermercado, convirtió el sistema de salud de Nicaragua en una gran cámara de torturas.

Por eso y muchas cosas más…Sonia Castro fue sancionada por el Departamento del Tesoro y la Unión Europea. Lo que debería ser un descrédito es como una medallita brillante para los sandinistas. La quitaron de Ministra, pero ahora es «Ministra Asesora del Presidente de la República en Temas de Salud». Así, su carácter de sancionada no afecta la burocracia del Ministerio, y ella sigue «escupiendo en rueda»…y contribuyendo a la tarea de ocultar los efectos de la pandemia del Coronavirus.

¿Qué creían ustedes? ¿Qué se iba a perder toda esa experiencia criminal?

El Juramento Hipocrático agarra fuego, si lo toca la niña Sonia…

Ofensiva de Cariño

Pero la dictadura y sus sicarios tienen su corazoncito, y les debe de doler que el mundo entero los sepa asesinos. Por eso, hay un esfuerzo claro por mejorarles la imagen pública. Véase el ejemplo de la Policía Orteguista. El brazo represivo del régimen se vio involucrado en ejecuciones sumarias durante el contexto de la represión a las protestas de Abril, y son los principales ejecutores del acoso permanente a los opositores.

Estampita diseñada para que los sapitos la compartan por redes sociales.

Esta «fea» esta recibiendo tratamiento de embellecimiento a través de un esfuerzo concertado, que incluye a los sapitos que promueven el lema «Mis favoritos son Los Azules» – como si se tratara de un equipo de futbol – hasta el Ministerio de Educación, repartiendo mochilas y cuadernos ensalzando a la Policía. ¡Convertir a cada niño en un agente de propaganda! Si es que Daniel y Rosario no le quitan nada a Hitler y Goebbles.

Lavando imagen a punta de cuadernazos.

Buen intento, pero a nadie se le olvida lo que hicieron, y lo que hacen todos los días.

El juego de las apariencias

La dictadura esta jugando la carta del olvido. Que el tiempo pase, y que el trauma se suplante por experiencias «positivas». ¿Cómo va a ser una criminal esa señora tan atenta que te ayudó a cumplir los requisitos para tu viaje? ¿Cómo va a ser un asesino a sangre fría, ese «azul» galán que sonríe desde la portada del cuaderno que le regalaron a tu hijo?

Es como la compañera Rosario, repitiendo la palabra «amor» hasta el cansancio, para que la gente la asocie con ella. No se dejen engaña. Bajo los buenos modales y los adjetivos almibarados, están las lacras de siempre. Autores intelectuales, autores materiales, cómplices y accesorios…todos tienen su cuenta pendiente con la justicia. Por mucho que se vistan de gala y hablen bonito, la van a pagar.

Ella no perrea sola: Castro en la «Fiesta Rusa» de Laureano Ortega,