Nicaragua está dividida en 2 bandos: los feos y los bellos ¿Vos de qué lado estás?

Nicaragua está dividida en 2 bandos: los feos y los bellos ¿Vos de qué lado estás?

Mientras terminamos de pasar el trago amargo que fue la visita del funcionario de la OEA (Masacrín no le aceptó que en Nicaragua hubieran presos políticos), hoy vamos a hablar de cosas bonitas. Que digo bonitas, BELLAS.

El prix UHDPQNQDSNPQNLD nuevamente nos colaboró con un texto de su inspiración donde compara (desde un enfoque superficial aparentemente, pero profundo en el fondo) los bandos que se disputan el futuro de la finca de Daniel «El Masacrador de niños» Ortega. Lo que vos y yo llamamos patria, Nicaragua libre.

La rebelión de la Belleza

Por UHDPQNQDSNPQNLD

Es muy común, en esta lucha por democratizar este país, decir que, a fin de cuentas, es algo entre bandos como derecha vs izquierda, o imperialistas vs “el pueblo”, burguesía vs los pobres, sandinistas vs sandinistas, sandinistas vs liberales, “chingastes” (y todo lo demás) vs la mayoría, “Zekeda” vs “se va”, gobierno vs «los golpistas», etc.

Sin embargo, después de ver miles de fotos y horas de video de lo que ha pasado, yo creo que simple y llanamente este es un asunto de fealdad vs belleza.

Yo de una parte veo a gente que, independientemente de lo agraciada o no que Dios los mando al mundo, luce tan fea en sus ademanes, expresiones, formas de vestirse, a la hora de escribir y hablar, en su poca capacidad de unir dos argumentos creíbles para defender su posición, para inventar el número de la ruta en la que venía, o para hacernos creer que un cura venía conduciendo borracho y hasta el favor le hicieron de no mandarlo al Chipote.

De ese lado veo a funcionarios, que asienten y no hacen funcionar nada, que asisten a actos florales oficiales y siempre están serios, con cara de susto, que escuchan discursos interminables mientras ponen una expresión de ausencia, de que aquí está mi cuerpo, pero todo lo demás anda volando lejos, gente con cara de trabajador(a) sexual mal pagado(a) y atendiendo al décimo cliente con mal aliento de la noche.

De esa parte, veo a 10 personas rodeados de banderas partidarias en una rotonda, con la vista perdida, la cara brillante por el resplandor del sol que apenas logra detener los toldos que últimamente les ponen. A su lado pasan los vehículos, lo mas raudo posible, y casi nadie les dirige una mirada humana, y la mayoría ya ni los ve.

De una parte, yo veo 60 policías con 6 carros a mano, armados de armas largas, asoleados bajo un traje azul o negro y, ridículamente, cuidando a los 10 desganados “rotonderos” que sostienen las banderas partidarias y prestos a perseguir a quien ose circular con la “azul y blanco”.

De ese mismo lugar de la historia, yo veo unos tipos panzones, con la cara detrás de un trapo negro, armados hasta los dientes, con ropa sucia y pinta de no haber visto salir agua de una ducha desde la época del diluvio universal. Gente sin cara, gente que se han empeñado en vender como “el pueblo enardecido” que se unió contra el golpe, o “policías voluntarios”, o “policías de verdad en misiones secretas”, o “la próxima mentira que se les ocurra” para no verse obligados a decir que son simplemente matones a su servicio. ¡Y que feo el tipo que dirige la infame policía!, que poca cosa se veía tratando de contestar a las preguntas de un periodista de verdad, diciendo una cosa con la boca y haciendo ver todo lo contrario con su lenguaje corporal, ¡patético!

De ese mismo lado yo veo una señora ataviada de cuanto abalorio el diablo inventó para que se viera fea y a quien, si le quitas sus fanfarrias, solo le quedaría una vocecita penetrante, puntual, omnipresente, que durante un minuto habla de un amor que nadie le cree, y durante media hora destila un veneno que a ella nunca le parece suficiente. Una señora enflaquecida de tanto odio que ha tragado, que da saltitos ante el micrófono que le sirve un lacayo que ella llama periodista, que no se atreve ni a entrevistarla, solo le acerca el micrófono para que vierta su monologo repetitivo, cansino, de disco ochentero y rayado.

De ese lado, y presidiendo la comparsa macabra, yo veo a un señor que ha envejecido años por cada marcha que se logró hacer, que se autoproclama comandante (¿o andante en coma?), con sus hábitos nocturnos a la fuerza, que miente tan tranquilamente, y que lleva más de 40 años diciendo el mismo discurso, con las mismas palabras y consignas, añorando un imperialismo de verdad, uno de aquellos que le financiaba una “contra” enemiga para que le diera su realce como salvador de la patria pequeña, pobre, y minúscula donde, por suerte, nació él.

Del otro lado la dignidad resplandece, por eso veo belleza, y belleza y dignidad son palabras gemelas, inseparables. Y a los hechos me remito: ¿no luce más bello que Mr. Universo Lester Alemán cuando dijo en 10 minutos lo que este país quería decir durante 10 años? … no por gusto el video circula una y otra vez en este mundo que idolatra lo efímero.

Lesther Alemán en el Diálogo Nacional con Daniel Ortega

¡Como olvidar la belleza de Doña Coquito regalando su venta de agua helada! … con su cara surcada de arrugas y curtida por el sol inclemente, pero con una belleza de esas que describía María Félix: “La belleza empieza en la planta de los pies, en cómo te paras, la seguridad con la que caminas …”, pura dignidad, y parece que esa no hay gobierno que la regale … ni que la quite.

¿No me digan que Irlanda Jerez no es inmensa en su belleza? … lo mismo cuando arengaba en las marchas, que con el infame traje azul de la cárcel. Cuanta belleza al resumirle a los eurodiputados la razón de su lucha. Y a su lado otro monumento de belleza, una compañera de celda convirtiendo su traje azul en un grito de protesta al colgarse al cuello un trozo de tela blanca. ¡Que bellas se veían esas mujeres! Para completar, Amaya Copens dando las razones por las que ella no aceptaba que la sacaran, por ser ciudadana belga, sino salían también sus compañeras. En esa misma visita, ¿vieron a la custodio del centro penitenciario que acompañaba la comitiva?, la antítesis de la belleza, y sin ser una persona fea: su cara denotaba la cárcel que carga encima de ella, transpiraba toda la fealdad de este régimen de ignominia.

¿Y dónde dejamos la belleza de Alvarito Conrado? Su sencillez lo hace el hermano, hijo, sobrino, amigo, que cualquiera quisiera tener. ¡Bello Alvarito! como para llenar a Nicaragua con su foto.

¿Y qué me dicen de Félix Maradiaga?, aquel que el Viper dice que fue su amigo y compinche, por lo que es el “terrorista” mayor.
¡Y que hermosura la de Edwin Carcache!, los superhéroes de Netflix bajan la cabeza ante él y besan las manos de su madre indomable. ¡Qué bello Medardo Mairena haciéndole la segunda a Lester!, y dejándole claro al sátrapa lo que no quería oír.

¿Y quién dice que Marlen Chow no es más linda que Marilyn Monroe?, ha llenado de picos rojos a Nicaragua, picos dignos, y puso el labial rojo de moda, ni los hombres quisimos quedar fuera, y que bella se veía una barba rodeando el rojo de la rebeldía que puso de moda la Marlen.

¡Que belleza la de la Chica Ramírez! … hablando claro, no dejándose enredar, liderando ese mundo de hombres de la Nicaragua de tierra adentro que nos llena la barriga cada día.

¡Qué belleza la de este pueblo devolviendo a los supermercados lo que los saqueadores de siempre se estaban robando! …. ¡Qué bella la señora que puso a bailar cada marcha!, que bella y digna después de ser golpeada salvajemente por los “asesinos con amor”.

¡Qué bella nuestra lucha! … la lista de sus héroes y mártires es interminable, y a todos les adorna la belleza, la dignidad … así que no se deje engañar: esto es más sencillo de lo que parece, es lo bello rebelándose contra lo feo y burdo, y no hay dudas que la belleza y todos sus sinónimos están de nuestro lado. Revise esta lista de sinónimos de belleza y “dígame si tengo o no tengo la razón”: hermosura, preciosidad, lindeza, lindura, guapura, delicadeza, divinidad, encanto, atractivo, esplendor, finura, gracia, graciosidad, magnificencia, perfección, sublimidad, gallardía, primor, levantado, alzado, justo, fundado, razonable, legítimo, justicia, razón, equidad, y legalidad. Ahora haga el esfuerzo de buscar algo de eso al otro lado … y cuente cómo le fue.