¿Por qué el FSLN anda en el Fashion Week New York? se preguntan los sandinistas que le creen a Daniel Ortega

¿Por qué el FSLN anda en el Fashion Week New York? se preguntan los sandinistas que le creen a Daniel Ortega

¿Se acuerdan de la maje aquella, nieta de Daniel «El Masacrador de niños» Ortega, que por sapa se llevó en el saco la graduación de la UAM en el 2019? Sí, esa, la hija de Payo (Rafael) Ortega y Yadira Leets, que se puso una bandera del FSLN como chal encima de la toga.

La nieta de Daniel Ortega, Ariana Ortega

Sí, eeeeeesa mera. Una revolucionaria ejemplar, digna nieta del Comandante, heredera del legado histórico de Sandino, enemiga del Yankee invasor. Se llama Ariana Ortega Leets y esta semana se convirtió en noticia porque unas fotos de ella se volvieron virales en redes sociales (otra vez).

La nieta de Daniel Ortega, Ariana Ortega en Times Square New York

Odiando al Imperio desde el Fashion Week New York

Pues resulta que la nieta de Daniel Ortega, anda odiando al Imperio Yankee desde las pasarelas del Fashion Week New York. Un evento tan fresa, superficial y decadente, que hasta a los gringos les choca.

Ahí anda la Ariana Ortega, dicen que cada vez que le modelan un vestido de 15 mil dólares, ella recuerda a los héroes y mártires del Frente Sandinista de Liberación Nacional y se pone a llorar a moco tendido. Qué queres que te diga, ella es una maje de gran sensibilidad revolucionaria.

¿Y cómo frutas anda una nieta de Daniel Ortega en el Fashion Week NY?

Dos palabras. La primera y más importante es hipocresía. La segunda es billete. Recordemos que la mama de esta hijastra de Sandino es la ex-nuera de Masacrín, ex-esposa de Payo Ortega. La que manejaba el negocio petrolero de los Ortega Murillo, hasta hace unos meses. Dejó ese jugoso hueso por culpa de una «situación familiar» y salió huyendo primero a Panamá y luego a Estados Unidos. O sea que la nieta tiene meses viviendo en el Imperio que tanto ama su abuelo Daniel.

«Suave», dirás vos ahorita. «¿Cómo hizo para entrar la nuera de Daniel Ortega a las entrañas del enemigo de la humanidad

Hermaaano, qué queres que te diga. Todavía no lo sabemos con lujo de detalle cómo hizo esa magia. Pero está claro que su rol de magnate petrolera por más de 10 años, tuvo algo que ver. Dicen que su apodo en Washington DC es «la bad bunny», por la cantidad de conciertos que ha dado en menos de un año.

En El Carmen sufren por el Fashion Week NY

Obviamente esta noticia ha provocado gran sufrimiento en El Carmen. Por un lado, la envidia visceral de la Camila que quisiera estar junto a su sobrina, viendo de cerca la versión gringa del Nicaragua Diseña.

Y por otro, el dolor de la Vieja Arrimada, cuando cae en la cuenta que si la nieta puede andar tan libremente por Nueva York, es que la nuera ha sido muy colaborativa con el gobierno de Estados Unidos.

A estas alturas Murillo debe andar buscando cómo castrar a todos los morbosos que viven hacinados en El Carmen, empezando por este pederasta incestuoso:

Si no entendes por qué castrar a los Ortega hubiera evitado todo este problema, te recomiendo oír el Episodio 65 del podcast de Bacanalnica, donde desenmarañamos varios cuechos con la tía Tifani Roberts.

Ser sandinista es amar sin preguntas

Estoy claro que para el sandinista de a pie, estas excentricidades del Comandante y su familia ni figuran en su radar. Las contradicciones y la hipocresía, son invento de la derecha mentirosa.

Hace unos días yo me preguntaba en Twitter por qué lo sandinistas que hacen posible la dictadura de Daniel Ortega no se dan cuenta que una vez Nicaragua se convierta en Corea del Norte, ellos mismos van a ser los que más pierdan…

Eso está como esas mujeres que ven a Riahanna toda morateada y siguen soñando con ser la mujer de Chris Brown…

Rihanna es como Nicaragua y Chris Brown es Daniel Ortega

Es que ser sandinista es amar sin hacer preguntas. Ni cuestionamientos. Ni razonamientos. Ni nada. Los majes se dejaron montar una dinastía peor que la de los Somoza, y siguen llorando porque en su pueblo hay un sandinista que no comparte las migajas.