Carlos-Canales-APRE

Tu deseo es que Carlos Canales sea presidente ¿Verdad Nicaragua?

Primero, quiero pedir a todos los compañeros batracios que por favor dejen de leer a partir de este punto. Yo sé que hay unos cuantos masoquistas que vienen a «gozar» de lo que escribimos de su querido Daniel «El Masacrador de niños» Ortega, pero hoy no hay de piña. Hoy solo vamos a platicar los 4 lectores y yo.

Muy bien, cumplido el requisito de un ambiente batracio-free, podemos empezar la dinamica. Primero quiero que se relajen. Respiren profundo. Si tienen algún pedo atravesado, dejenlo ir, para eso está el incienso. Cierren los ojos y piensen en su lugar feliz. Pochomil, Selva Negra, el Trapiche, donde sea que se sienten como en el paraiso.

Respiren profundo 10 veces. Despacio. Mantengan los ojos cerrados. Ahora les voy a hacer una pregunta y quiero que me la respondan con franqueza. Sin miedo al que diran en Twitter o Facebook. ¿Listos? Aquí les va:

Hagan de cuenta que yo soy un genio. Pues, además de ser genio a pensar y esas cosas, también soy genio de esos que conceden deseos. Solo que por la palmazón y por ser Nicaragua, solo ajusto para hacerte realidad un deseo. Y no es un deseo libre, en realidad es una oferta de sí o no.

La oferta es la siguiente: ¿Queres que por arte de magia, quite a Daniel Ortega de la presidencia y ponga a Carlos Canales?

¿Sí o no?

Dale, imaginate. De pronto, no más Daniel Ortega. Completamente ausente, nunca más lo vamos a ver. Eso te estoy ofreciendo.

¿Quién frutas es Carlos Canales?

En el fondo, da igual. Quien sea, lo importante es que no es Masacrín. Eso quiere decir:

  1. No tiene el control absoluto sobre los matones de la Policía Sandinista y Ejercito Popular Sandinista, lo cual no le permitiría mantener el país en completo estado de represión.
  2. No tiene un ejercito irregular de paramilitares, bien armados y también dispuestos a matar si el Comandante les da la orden.
  3. No tiene un partido político completamente sumiso a sus deseos (por muy masacradores que esos deseos sean).
  4. No controla a los otros dos poderes del Estado, nivel criado de novela mexicana.
  5. No se ha robado más de 4 mil millones de petro-dólares y nunca podría porque ya Chavez se palmó y de todos modos ver los otros 4 puntos anteriores.
  6. No ha violado a su hija menor de edad, porque hasta entre los violadores, hay niveles.
  7. No es responsable por la muerte de más de 51 mil nicaragüenses y contando.
  8. No ha echado presos a miles de compatriotas, porque le ronca. Manipulando las leyes y las autoridades.
  9. Tampoco ha quebrado la economía de Nicaragua, dos veces ya.

En fin, ahí la paro porque tampoco puedo pasar todo el día detallando todo lo que hace a Daniel Ortega el más sobresaliente de todos los presidentes que ha tenido Nicaragua (de abajo para arriba).

El punto es que Carlos Canales es un zancudo consagrado, un somocista confundido que da pena cuando habla, definitivamente sin ningún mérito para ser presidente. Pero tiene algo a su favor: no es Daniel Ortega.

Mi voto es sí. Poné a Carlos Canales y saca a Daniel Ortega

Si después de todos estos «argumentos», tu respuesta es sí a cambiar Daniel Ortega por Carlos Canales, entonces felicidades, sos un ser humano normal.

Listo, ha terminado el ejercicio. Podes abrir los ojos. Y ahora, para efecto dramático, te voy a decir algo que te va a hacer reaccionar como cuando los negros ven un acto de magia …

¿Qué dirías si te dijera, que ese «deseo» estuvo en tus manos y que vos decidiste no tomarlo?

Carlos Canales sería presidente

En el 2016, Carlos Canales corrió como candidato para presidente por el APRE, solo obtuvo 35 mil votos…

Wikipedia: resultados de las últimas elecciones, según Robertito José

De hecho, si te fijas, Carlos Canales no era la única opción. También estuvo Maximino Rodriguez. Yo voté por él. Preguntame si me gusta como candidato. Pfff!! para nada, no me representa en lo absoluto. Pero volvemos a lo mismo, no es Daniel Ortega, así que 100% preferiría tenerlo a él de presidente, que a Masacrín.

La unidad no está en nuestras manos, pero los votos sí

Voy a decir algo que es peligroso, porque puede entusiasmar a las criaturas más asquerosas que salen de la oscuridad del ponpon (letrina, para los que no hablan nicaragüense). Si todos comienzan a pensar a como pienso yo, que me da igual quien vaya de candidato, yo igual voy a ir a votar… pues, el tema de la unida se vuelve irrelevante.

Si en estas elecciones del 2021, hay cero abstención y todos nos ponemos de acuerdo para votar por quien sea (un Carlos Canales, por ejemplo). Podemos hacer realidad el deseo, sin yo tener que desarrollar poderes mágicos.

Claro yo preferiría un candidato que me encanté, pero al igual que el resto de cosas en la vida, uno no puede dejar que lo perfecto sea enemigo de lo bueno. O en este caso, lo malo sea enemigo del peor ser humano que ha parido Nicaragua. Veanlo como un plebiscito. No se trata de votar por alguien. Se trata de no votar por Daniel Ortega.

Hagan las de Angelina Jolie, que se iba a dormir con Billy Bob Thornton, pero hacía de cuenta que era Brad Pitt. Diez años después, se le hizo realidad.

Seamos Angelina Jolie

El plan de Ortega no es muy complejo. Convencernos que ganarle es imposible, que sin unidad más imposible todavía y que por eso no vale la pena ir a votar. Porque robarse mil votos es mucho más fácil que 1 millón.

Anda preguntale a un arbitro ladrón (o sea de la FIFA), qué es más fácil, si robarse 1 gol o 10 goles.

En Nicaragua tenemos la ilusión que la democracia es como en las películas de Marvel. Que el bien siempre gana porque así debe ser. Pero hasta en el MCU hubo una Infinity War. Hace un poco más de 100 años en Estados Unidos las elecciones eran peor que las de Nicaragua, vean esta escena de Gangs of New York basada en hechos completamente plausibles:

ELECTION DAY! Gangs of New York

La democracia no es un switch que se enciende y ya avanzamos. ¿Saben lo que tuvo que pasar para que votaran las mujeres hace relativamente poco? El 99% de las elecciones en Nicaragua han sido con «irregularidades». Uno no deja de votar por eso. Al igual que en la guerra (la otra única opción), uno no se rinde cuando pierde una batalla.

Mientras más votos en contra, más difícil es robárselas. Llega un punto donde es imposible. Así llegaron todos esos países que ahora vemos como democráticos a descartar definitivamente la vía armada como una opción. Poco a poco, hasta que la democracia funcionó. Y todavía hoy en día, a veces toca darle su patadita cuando comienza a charchalear el motor.

Bueeenas, nos manda Qanon