Salud por Clodomiro!

Escuché que la reciente incorporación de una sucursal de Hipa Hipa en el Estadio Nacional, para el pasado Campeonato de la Liga Profesional de Béisbol, fue uno de los oráculos predilectos de la barra brava que le inyectaron fuerza al Boér para salir de su racha de perdedor perpetuo.

Es decir, el equipo capitalino con los recursos suficientes para ser el más competente, siempre por alguna u otra razón (seguramente falta de coraje) flaqueaba a último momento y se quedaba en el camino, embrujados, atontados  como que “anduvieran siempre judados de cegua”, escuché decir en una ocasión a un cronista deportivo.

El Boér, cada vez que pasa el cometa logra nuevamente hacerse de un campeonato. El año pasado ocurrió una de esas incursiones  y enhorabuena, Los Indios se hicieron merecedor del trofeo de la Liga.  Esta vez sin Clodomiro, su mascota histórica, del que tenía tiempo de no saber de él, pero me he enterado que le ha dado un giro a su vida para poder lograr el campeonato de su propia Liga interior contra el alcoholismo. 

Me conmovió conocer – y es que pocas veces reparamos en circunstancias –  las interioridades de su legendario grito: “VIVA EL BOÉR, JODIDO!!!  Pues según cuenta, ahora sin fama llevando una vida modesta como lavador de carros y suscrito a un programa de Alcohólicos Anónimos, que para poder llegar a esa euforia, debía consumir en cada partido hasta 6 medias de RP. (Ala granp….!!!!, me quedé con las chivolas rosadas).

Hoy por eso quiero brindar con Kola Shaler, por este hombre a quien la idiosincrasia nicaragüense lo ha llevado hasta el salón de los personajes folclóricos del país, pero tristemente bajo la máscara de un alcohólico empedernido que SÍ daba vida y alegría a los juegos de Los Indios del Boér, pero también bajo la premisa injustificada de ser ridiculizado y manipulado por la fanaticada.

Los que hemos tenido la oportunidad de asistir a un partido de béisbol nacional, sabemos que son experiencias alegrísimas, cargados de todo tipo de situaciones, comidas y bebidas desde cervezas bien heladas (aunque cada ida al baño sea una aventura por riachuelos de orines) hasta el excelso consumo de  las afamadas “lechitas” (guarón lija) que pasada con jocote o tomate, te dejan zereguete y encalichadísimo.

Pero hoy no, hoy sólo brindo con Kola Shaler por el sosiego de este hombre que finalmente le ha dado un sentido a su vida para volverse un individuo con los pies sobre la tierra y un corazón reestablecido.

Salud por  Clodomiro!