Esta es la razón por la que Daniel Ortega no quiere que hagamos cuarentena en Nicaragua (sorry COVID-19, estás charquito)

Esta es la razón por la que Daniel Ortega no quiere que hagamos cuarentena en Nicaragua (sorry COVID-19, estás charquito)

Dice la ciencia que para evitar que el COVID-19 pegue duro en un país (es decir, que no hayan muchos muertos), la gente tiene que abstenerse de andar en las calles, plan 7 de diciembre en León. Dicho de otra manera, esa «insignificante» medida de la cuarentena, salva vidas.

«Entonces ¿Por qué no lo hace todo mundo y ya?» Diras vos en toda tu inocencia. Pues, porque además de ser aburrido, tiene dos problemillas que no son tan pequeños.

El primero, es cómo somos los nicas. En el «Todo lo que necesitas saber sobre el COVID-19» les expliqué el concepto de «aplanar la curva». Si vos sos el único maje en Nicaragua que no lo leyó, es más o menos así: hacé de cuenta que vas a un bacanal con barra libre de 8 a 10 de la noche o hasta «agotar existencias». Bueno, pues son las 9 de la noche y anuncian por el micrófono que se está acabando el guaro. Ese molote que se arma en la barra es lo que tenemos que evitar. Porque solo hay dos bartenders (o en el caso de Nicaragua, solo hay 30 respiradores disponibles).

En Nicaragua nos gusta «desquitar» la barra libre

Si alguna vez has ido a Montelimar, no te tengo que explicar a los niveles que está dispuesto a llegar un nica con tal de desquitar la barra libre. Por naturaleza, a nosotros nos cuesta eso de aplanar la curva. Primer gran problema.

Pero eso es babosada, porque el segundo problema es aún más grande y es el tema de mi análisis de hoy.

La cuarentena salva vidas, pero mata la economía

Cuando un gobierno por fin decreta cuarentena, lo hace totalmente claro que eso le va a costar un ojo y la mitad del otro. En Estados Unidos, acaban de aprobar el «estimulo» financiero que pretende suplir los miles de millones de dólares que se van a perder por culpa de la cuarentena generalizada. Para que te des una idea, es el aliviane más grande en la historia del país, más de 2 billones de dólares (2200000 millones) fueron aprobados. Cada ciudadano (que lo necesita) va a recibir un cheque de más de mil bolitas al mes.

En El Salvador, Bukele también va a mandar un chequecito a cada ciudadano que está haciendo caso de no ir trabajar y se queda guardado en su casa. Solo que más modesto (300 dolaritos). Aunque también está perdonando los recibos y las deudas.

El punto es que no se trata solo de mandar a cuarentenear a la gente. Se tiene que estar preparados para asumir ese golpe económico.

Si no te mata la gripe, te mata la palmazón después

México ha sido muy criticado porque no ha querido mandar a la gente a sus casas, como sus vecinos. En una entrevista a El País, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dijo lo siguiente sobre ese reproche:

Pregunta: Ha transmitido la sensación de que la gente no está tomándose en serio el “quédate en casa”. ¿Por qué entonces no se toman medidas más drásticas?

Respuesta: La razón es muy trascendente: proteger a la sociedad. Por las medidas de mitigación, de control epidémico, sabemos que hay que pagar un costo social, económico. Eso puede ocurrir en cualquier país. A diferencia de Europa, en México tenemos una enorme inequidad, ofensiva, alarmante, la mitad de la población vive por debajo de la pobreza, al día. Pensemos en un comerciante de alimentos, en un taquero, en un albañil, esa es la población a la que nos interesa proteger. El balance correcto entre proteger la salud y la vida y proteger a la sociedad, no solo en el presente, sino en meses, en años después, es una delicada tarea. Para decirlo de una manera dramática, pero que no deja de ser real, quien pierda el trabajo pero esté dentro del empleo formal, cuando se recupere esta recesión, tendrá cierta posibilidad de volver. Pero quien viva al día, no va a tener esa posibilidad en el corto plazo y eso va a crear una disrupción social mayúscula.

¿Cómo ven ese espejo? ¿Se sienten muy identificados?

Pues no se emocionen, porque México está a años luz de Nicaragua. Si leen la entrevista completa verán como ellos tienen meses de estarse preparando, con modelos y planes de contingencia. Billete en mano para comprar ventiladores, miles y miles de camas disponibles y otras miles listas por si acaso. Un gobierno que no funciona como finca, con balance de poderes y de-centralización. Además hay comunicación, libertad de prensa y cierta transparencia.

Sí, en Nicaragua estamos peor que en México

Por poquito sí. México es la segunda economía más grande de Latinoamérica (se pelea con Brasil). Nosotros somos la segunda peor (nos peleamos con Haití).

Decía Ricardo Melendez, uno que fue presidente de la cámara de construcción, en su Facebook:

Una medida para minimizar el impacto del corona virus en la población es un cierre total como están haciendo otros países. Pregunto: Aguanta Nicaragua un cierre total de 2 – 4 semanas? Que pasaría con el 70% de la población on q trabaja en la informalidad y vive de lo que vende o trabaja a diario?

Para un cierre total que permita salvar vidas, Nicaragua necesita sin duda un plan de RESCATE INTERNACIONAL para ayudar a las familias que no cuentan con recursos para soportar un cierre y también para que la económica no colapse.

El maje da por hecho que el gobierno de Daniel «El Masacrador de niños» Ortega no va a dar un centavo para salvar a la gente. No anda perdido, Masacrín es conocido por asesino (en primer lugar) y por haber destruido la economía del país, más que cualquier otro presidente en la historia de Nicaragua. Ahorita, que iba en camino a repetir la hazaña (él solito, sin necesidad de virus), no se me ocurre que va a hacer algo diferente.

Como dice Melendez, seguirá estirando la mano, ahora con la excusa de que el virus lo agarró de sorpresa cuando él iba en camino a salvar la economía de Nicaragua, vos sabes, la que destruyeron los golpistas.

Mientras a lo interno sigue con su campaña de «La cuarentena es un privilegio de clases»:

Plan sálvese quién pueda. Y en el caso de los palmados, Masacrín les dice: vean qué hacen, pero conmigo no cuenten, que los reales del Estado ya tienen dueño (paramilitares y la piñata 2).

En Nicaragua estamos de-sensibilizados con eso de ser lo más pobres de América. Son situaciones como esta las que nos ayudan a dimensionar semejante desgracia. La pobreza y el virus ya serían suficiente castigo. Pero encima tenemos a Daniel Ortega como «líder» de nuestra salud y de nuestra economía.

Ahora sí, el meme de la Era del Hielo me parece oportuno …