¿Por qué Daniel Ortega no permite que se entregue ayuda en Nicaragua en casos de emergencia?

¿Por qué Daniel Ortega no permite que se entregue ayuda en Nicaragua en casos de emergencia?

¿Se han preguntado por qué Daniel «El Masacrador de niños» Ortega no deja que lleguen donaciones a los más necesitados en casos de emergencia? Ser dictador, no es la razón, pues Somoza era famoso por robarse los reales, pero dejaba que los otros llegaran a entregar ayuda. Es famosa la historia de Roberto Clemente, por ejemplo.

Daniel Ortega y los sandinistas roban, todo mundo lo sabe. Tienen de hecho un verbo especial para esa actividad característicamente sandinista, que por cierto, la Real Academia Española está considerando incluir próximamente, cuando saque el diccionario Español-Batracio.

Pues claro que estamos hablando del verbo sandinista «piñatear», dícese de la forma en que todos los comandantes empezaron la Revolución en bicicleta y ahora viven en Carretera a Masaya, arribita de Las Colinas.

No es por ladrones

Pero no es por ladrones que los sandinistas, o mejor dicho, el patrón Masacrín tiene prohibido que en Nicaragua se done algo, sin su permiso. Es una razón mucho más mezquina de hecho, pues tiene que ver con la política.

Daniel Ortega es mantenido de profesión (Gadafi y Chavez saben que no miento). Pero su vocación es ser candidato.

Quiso ser guerrillero a control remoto en los 70 y no logró que le hicieran caso.

En los 80 agarró el ride que le dio el hermano, quien quería controlar las armas, pero sin descuidar el gobierno. Para evitar que otros, más vivos que Danielito se le fueran arriba, lo puso «a mandar», con Sergio Ramirez de respaldo, para evitar cualquier animalada.

En los 90 y parte de los 2000 se buscó los Sugar Daddies antes mencionados y ahora volvió a ser lo único que su corazoncito de alacrán desea, presidente.

Como dije, su vocación es ser candidato y tratar a toda costa, de ganar elecciones. Y esa es la razón por la que no deja que vengan donaciones a Nicaragua.

La vocación de Daniel Ortega

Analicemos el historial vocacional de Ortega. Robertito José era prácticamente un santo, antes que Masacrín lo corrompiera con miles de millones de petro-dólares. Ahora es sancionado por robarse elecciones.

Arnoldo Alemán era el hombre más poderoso de Nicaragua, pero se atrevió a negociar con Masacrín sobre asuntos electorales y terminó preso (lo ladrón obviamente ayudó también).

Y así podemos sacar miles de ejemplos de situaciones en las que Daniel Ortega demostró su vocación para «ganar» elecciones, a como sea.

Súmenle a esas, las desgracias naturales.

Los votos son más importantes que las donaciones

Cada vez que hay una calamidad en Nicaragua, a Daniel Ortega se le llena el corazón de alegría. Para él, es como el hípico de los vende cañita.

A ver te explico. Con el color de asesinos que tienen los sandinistas desde hace décadas (del que han hecho gala nuevamente desde el 2018), su mercado electoral se reduce a menos del 40%.

Algunos de esos votos los consiguen de la manera clásica nica, con empleos, regalitos, conexiones, etc. Pero ahí no hay mucha caña que repartir, así que toca ponerse creativo.

El «cliente» perfecto de los sandinistas es un ciudadano urgido, en las malas, completamente desesperado. Mejor, si es alguien que acaba de perderlo todo.

En la mente de Masacrín, esta es la oportunidad perfecta para convertir en votantes en la 2, a mucha gente que normalmente no votaría por él. Además, por un muy bajo precio.

Ni quiera dios llegue alguien que no es él, a aliviar un poco la situación de desgracia que vive esa gente. Masacrín los quiere sobreviviendo de un hilo, para que una lámina de zinc se convierta en la razón que los hizo cambiar de opinión.

Cuando estas durmiendo a la intemperie, una bolsa plástica de esas que regalan en el Super (vos no Pali) se convierte en valiosa. Masacrín se alegra con las desgracias naturales que sufre Nicaragua, porque hace cuentas de cuántas bolsas plásticas puede convertir en votos.

Formas de donar

Aclarado ese misterio, los dejo con un par de formas de donar que se resisten a esperar que Masacrín haga lo que para él es una campaña electoral.